La empresa estatal Hunosa no tendría que devolver ayudas por la minería de exterior si finalmente consigue sacar adelante sus proyectos a cielo abierto. Al menos así lo consideran varios expertos del sector consultados. La Decisión 787 de la Unión Europea, firmada en diciembre de 2010, especifica que solamente tendrán que reintegrar el dinero aquellos grupos de producción (las minas) que lo hayan recibido y que pretendan continuar con su actividad a partir del 1 de enero de 2019.

Teniendo en cuenta esta regulación europea, y la decisión del Gobierno de España de suprimir las subvenciones al carbón de los cielos abiertos, se puede decir que, en el caso de abrir nuevas minas de exterior, Hunosa no recibiría ya dinero por las toneladas extraídas en esas explotaciones, y por lo tanto, no tendría que devolverlas tampoco. De esta forma, las explotaciones de cielo abierto no tendrían más coste que el de su apertura, y no conllevarían un gravamen para las arcas de Hunosa a la hora de tener que hacer frente a pagos para devolver las ayudas. La empresa estatal solamente tendría que devolver las ayudas de los pozos que mantuviera abiertos a partir del 1 de enero de 2019, algo que no está previsto.

Por ejemplo, Hunosa tiene actualmente abiertas las minas de San Nicolás y Santiago en la comarca del Caudal y Carrio y María Luisa en la del Nalón. Si hipotéticamente la hullera tomase la decisión de cerrar María Luisa y San Nicolás y abriese algún cielo abierto antes de 2018, cuando comenzase el ejercicio de 2019 solamente tendría que devolver el dinero que hubiese cobrado por los grupos que dejase abiertos.

En esta hipótesis que se plantea, la hullera no tendría que reintegrar las partidas recibidas por María Luisa y San Nicolás, cerrados, pero debería de pactar con el Gobierno la devolución de las subvenciones que hubiese recibido entre 2011 y 2018 por los grupos de Santiago y Carrio. Tampoco tendría que devolver dinero por los hipotéticos cielos abiertos, ya que aunque permaneciesen operativos a partir de 2019, no se habrían aportado ayudas estatales para su funcionamiento.

Por tanto, y a tenor de la normativa vigente en la UE, parece evidente que la minería a cielo abierto es la vía menos complicada para que la hullera mantenga su actividad ligada a la minería del carbón más allá de 2018. El mismo caso de Hunosa es también aplicable a las empresas de la minería privada, que solamente tendrían que devolver ayudas de los grupos de producción que dejase abiertos y no el total de los que haya recibido la empresa desde 2011, ya que las subvenciones se otorgan por carbón producido y por unidad de producción, y se entiende que son ayudas al cierre.

En cualquier caso, la devolución de las ayudas es un extremo que todavía está por confirmarse. Desde el Ministerio de Industria han asegurado en reiteradas ocasiones su intención de negociar con Bruselas para lograr corregir ese punto del reglamento. Pese a que hace unas semanas, el Comisario de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, afirmaba que el Gobierno aún no había dado pasos en esa dirección, desde la patronal confían en que finalmente el PP presione a Europa y dé marcha atrás.