Miroslav Divoky, Michal Klenot, Vlastimil Havlik y Milan Rocek eran los cuatro trabajadores checos que fallecieron en la octava planta de Nicolasa. Una amplia representación de la Asociación de Checos y Eslovacos en Asturias estuvo en Ablaña para rendirles tributo. La presidenta del colectivo, Alexandra Cadova, destacó que "esta tragedia unió para siempre a dos pueblos". Mieres y Karvina, la región minera de la que procedían los fallecidos extranjeros, se hermanaron poco tiempo después. Fue un acto simbólico, un apoyo en la distancia para la familia minera del Este. Todos trabajaban para la contrata Satra y dos de ellos, Divoky y Klenot, compartían piso. Este último estaba preparando la maleta para pasar unos días en casa en el mes de septiembre. Nunca cogió el autobús.