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Radiografía de la juventud de los territorios carboneros (1)

Un joven emigra cada día

Un total de 1.870 vecinos menores de 34 años, la mayor parte con una alta cualificación, abandonaron las comarcas mineras entre 2008 y 2013 - Los expertos abogan por potenciar el sector tecnológico, el alquiler de pisos públicos y la oferta formativa de FP para tratar de frenar el éxodo

El dibujante blimeíno Alfonso Zapico. RICARDO SOLÍS

Muchos tienen un alto grado de formación, casi todos se van en busca de mejores perspectivas laborales y pocos tienen la oportunidad de retornar a corto plazo. La emigración juvenil se está convirtiendo en las comarcas mineras en un éxodo en toda regla. Cada día un joven menor de 34 años se va de las Cuencas. Según los datos que maneja la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei), en seis años -desde el inicio de la crisis, en 2008, y hasta 2013, fecha a la que corresponden los cómputos más actualizados- un total de 1.870 jóvenes nacidos en los valles del Nalón y del Caudal han emigrado, una media de 311 por ejercicio. Potenciar la FP y los centros como Valnalón, estimular el desarrollo del sector tecnológico, poner en marcha planes de alquiler para jóvenes, regenerar los espacios degradados y dinamizar la actividad cultural son algunos de los mecanismos que, según los expertos, pueden contribuir a detener la fuga de los vecinos encuadrados en este segmento de población.

Los datos de Sadei reflejan que, desde 2008, han emigrado 1.870 personas de entre 15 y 34 años. La mayor parte, 1.462, corresponden a la horquilla que va de los 25 a los 34 años. "Hablamos de jóvenes muy cualificados que no encuentran una salida laboral en la actividad industrial o en el sector servicios. El problema añadido es que esa emigración no se ve compensada con un movimiento de signo contrario, con lo que se produce un vacío y una falta de relevo poblacional", esgrime Aladino Fernández, profesor del departamento de Geografía de la Universidad de Oviedo y exalcalde de Langreo.

Fernández reconoce que la situación es "muy difícil" ya que las Cuencas, por sus singularidades y el ajuste minero, están viviendo "una crisis aumentada". "Aunque el momento es complicado, habría que tratar de crear un marco atractivo para favorecer la inversión empresarial privada". El exalcalde de Langreo también aboga por acometer un profundo esfuerzo de regeneración medioambiental y urbanística. "Se trata de un territorio que todavía tiene fuertes deterioros y degradación y eso no anima a la gente a quedarse; es algo que expulsa población". La vivienda accesible para jóvenes es otra de las claves destacadas por Fernández, aunque habría que tener "muy estudiada la zona en la que se podría desarrollar, para garantizar que hubiera demanda".

Holm-Detlev Köhler, profesor de Sociología de la Universidad de Oviedo, opina que las Cuencas ofrecen un "contexto poco atractivo para los jóvenes; el mercado laboral no cubre sus expectativas, hay una población muy envejecida y los movimientos juveniles ligados a la música o el teatro, tan potentes años atrás, han ido muriendo poco a poco; habría que potenciar toda esa actividad cultural, pero para ello tienen que implicarse los propios jóvenes".

Köhler considera que una de las medidas para dinamizar el tejido económico es "potenciar Valnalón y todo el tema tecnológico y de innovación, las actividades que aporten valor añadido. Habría que generar una red de centro de I+D en toda la zona central". En esa línea, el sociólogo destacó la necesidad de cohesionar el área metropolitana asturiana. "Hace falta contar con una masa crítica para impulsar actividades en el territorio. Las comarcas mineras necesitan integrarse en el área central; por si solas no podrán diseñar un futuro post-carbón".

Mayor compromiso político y empresarial para aprovechar el "enorme capital humano que hay" es, a juicio de la langreana Sheyla Suárez, presidenta del Consejo de la Juventud del Principado de Asturias, una de las claves para detener el éxodo juvenil. "Hay que captar empresas para generar empleo estable, sobre todo del sector tecnológico que emplea a mucha gente joven. También seguir potenciando la oferta de FP". Para Suárez también es fundamental ofrecer residencias asequibles. "Ahora comprar una casa es casi una quimera. Los planes públicos de vivienda son escasos y hay mucha burocracia; habría que incrementar todo el tema de alquileres para jóvenes".

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