Maira Carolina puede ser la excepción que confirma la regla. Esta joven de 24 años, vecina de Mieres, tuvo que dejar sus estudios de Bachillerato a la fuerza. "Eran tiempos muy difíciles, tenía que trabajar para estudiar y era muy joven. No pude soportar la situación por más tiempo", explica. Ahora ha mejorado su situación y desea retomar los libros que tuvo que dejar apartados hace años. El objetivo de su vuelta a Bachillerato, no obstante, es acceder a la FP de Grado Superior. Quiere dedicarse a la automoción o la electromecánica.
Lo suyo, dice con una sonrisa de oreja a oreja y con el acento que conserva de su Argentina natal, es "pasión por los motores". En este momento está participando en el programa "Joven Ocúpate" de la Fundación Comarcas Mineras (Fucomi) y el Ayuntamiento de Mieres. Se trata de un proyecto que busca la integración laboral de personas con bajo nivel formativo o con dificultades para el acceso al mercado laboral. Los estudiantes reciben una formación de seis meses y realizarán prácticas remuneradas en la Empresa Municipal de Transportes (Emutsa) de Mieres. Maira Carolina está aprendiendo a diseñar y fabricar piezas.
Es consciente de que, en las clases de mecánica, las mujeres siempre son minoría. Pero no le asusta: "Dedicarme a los coches, a los motores, es mi sueño desde que era una niña", destaca. Considera que un ciclo de grado superior le ofrecerá más posibilidades que un grado medio y, por eso, está dispuesta a ir a por todas. "Si hubiera podido antes lo hubiera hecho, no me importa que se considere un oficio mayoritariamente masculino", señala.
La oferta de FP ahora es muy amplia pero, al menos en las comarcas mineras, los hombres siguen siendo mayoría en las aulas de este tipo de estudios. Así lo revela el informe de "Estadística de la Educación en Asturias" de Sadei. En total, durante el curso pasado, hubo 741 varones frente a 468 mujeres. En el año lectivo 2012-2013, hubo 446 alumnas en las aulas y 626 hombres. El motivo, según los responsables de centros formativos de las Cuencas, es que el abanico de estudios sigue siendo más amplio en las ramas que tradicionalmente escogen los varones. Maira Carolina se ha empeñado en ser la excepción que confirma la regla. Pondrá todo su empeño en conseguirlo.
