Capital argelino está entrando en las Cuencas y en Gijón con operaciones inmobiliarias. Se trata de la adquisición de viviendas de bajo precio, generalmente vacías y preferentemente en barriadas mineras. Los inversores son personas de la misma región de Argel y las compras se pagan en metálico, sin financiaciones bancarias de por medio.
Hace ya varios meses que notarías del Valle del Nalón y de Gijón tramitan compra-ventas de pisos que tienen un mismo y singular protagonista: inversores argelinos que adquieren viviendas. Buscan preferentemente pisos baratos, ubicados en barriadas mineras o en los suburbios de las ciudades. El común denominador es su bajo coste.
Hasta ahora, al menos se han cerrado unas doce operaciones inmobiliarias de estas características, según pudo confirmar LA NUEVA ESPAÑA. Aunque se da por hecho que ya pueden ser más. En Langreo, por ejemplo, se han realizado parte de ellas en el barrio de La Joécara, en Sama. También en zonas de las afueras de Gijón.
Los compradores son personas procedentes de Argel, incluso de la misma región, prefieren cerrar las transacciones en metálico y entre particulares. Ninguna está vinculada a la venta de patrimonio que ha iniciado Hunosa. Buscan pisos vacíos con bajos precios. En las barriadas mineras las viviendas comienzan a comercializarse a partir de 4.000 y 5.000 euros. La venta más elevada se cerró en 15.000 euros.
Las fuerzas de seguridad del Estado tiene conocimiento de estas operaciones inmobiliarias y, ante los últimos acontecimientos mundiales, realizan un seguimiento tanto de los propietarios como de posibles inquilinos. Sin embargo, por el momento, ninguna de las viviendas adquiridas han sido ocupadas.
