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España registró doce ataques de plantígrados en los últimos sesenta años

El 50 por ciento de las agresiones se producen por imprudencias y pueden evitarse

La mitad de los ataques de los grandes carnívoros, entre los que se encuentran el puma, el lobo, el coyote, el oso pardo, el oso negro y el oso polar, se debe a imprudencias humanas. Así lo recoge un estudio liderado por un grupo de diecisiete investigadores procedentes de distintas partes del mundo entre los que se encuentran Vincenzo Penteriani, María del Mar Delgado y José Vicente López-Bao, de la Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad (UMIB), ubicada en el campus de Mieres, que da cuenta de que en los últimos sesenta años se produjeron 700 ataques documentados de estas especies. En el caso de España, donde solamente hay osos y lobos enmarcados en este estudio, "sólo se produjeron doce ataques de osos en los últimos sesenta años, y ninguno de lobo", como destaca Penteriani. Aquí el investigador quiso destacar la diferencia entre "cargas" y "ataques", las cargas son cuando te encuentras con el animal y no hay ningún contacto con él, a diferencia del ataque.

El estudio da cuenta de que la mitad de los ataques se podrían haber evitado si sus víctimas hubieran seguido unas sencillas pautas de prevención. "Intentamos buscar patrones de ataques para encontrar soluciones", explica, añadiendo que, de este modo, "se evitarían casos de personas heridas o muertas por ataque de estos animales, además de favorecer la conservación de estos grandes carnívoros". Sobre esto último, el investigador señala que "cada vez que hay un ataque, la opinión pública percibe a los carnívoros de forma negativa, y muchos son eliminados".

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