El barrio Urquijo, uno de los espacios urbanos más emblemáticos de La Felguera, está de aniversario. Este año se conmemora el centenario del inicio de las obras de construcción de esta zona residencial, uno de los referentes del paternalismo industrial, y los actuales vecinos ya preparan diferentes actos para celebrar la efeméride. El barrio obrero -que forma parte del catálogo urbanístico de Langreo- fue impulsado por la Sociedad Metalúrgica Duro Felguera, por entonces una de las compañías industriales más pujantes del país y la principal firma carbonera española. La construcción del poblado, basada en los planos proyectados por el arquitecto Rodríguez Bustelo, finalizó en el año 1918.

En una primera fase se levantaron nueve pabellones de viviendas y una capilla, en el solar del primer emplazamiento de la fábrica de Duro. En esa primera promoción había casas de dos, tres y cuatro alturas. Las viviendas rompían con el molde de las residencias obreras de la época y contaban con más amplitud y mejores servicios. Disponían de tres habitaciones utilizadas como dormitorios, cocina, comedor, aseo y despensa. Posteriormente, se edificó una segunda fase del barrio, en el espacio anexo, entre la carretera Carbonera y las vías del primitivo ferrocarril de Langreo a Gijón.

Los expertos destacan la trascendencia del barrio Urquijo, tanto por su valor arquitectónico como histórico. "Es un elemento fundamental, uno de los ejemplos más importantes de Asturias de promoción residencial obrera", explica el geógrafo Faustino Suárez Antuña, vicepresidente de la asociación de arqueología industrial Incuna. "Hablamos de un barrio que dignificó la vivienda obrera, con unas dimensiones insospechadas para la época que llegaban a alcanzar los 90 metros cuadrados. Es cierto que no suplieron las necesidades de residencia, que eran muchas, ni estaban dirigidas para todos los obreros, porque se destinaron fundamentalmente a los cuadros medios, pero es de justicia reconocer que supusieron una novedad muy destacada".

En la misma línea, Suárez remarcó que el barrio Urquijo, por las condiciones que ofrecía, "estaba muy alejado de lo que se estaba construyendo en otras zonas". "No hay que olvidar que por entonces Duro Felguera era un gigante minero y metalúrgico, con miles de empleados en su plantilla", apostilló el geógrafo y experto en patrimonio industrial.

El historiador Francisco Palacios señaló que las viviendas del barrio Urquijo eran "más higiénicas, nada que ver con los tugurios que se levantaban en otros lugares de Europa. Estos barrios estaban destinados principalmente a obreros emigrados porque los de aquí seguían viviendo por lo general en viviendas tradicionales".

La amplitud de las casas del barrio Urquijo y los servicios que ofrecían contribuían a prevenir "la propagación de enfermedades, algo que también interesaba a la empresa porque permitía que los obreros rindieran más. En cualquier caso, hay que reconocer que las viviendas impulsadas por Duro en el barrio Urquijo eran más humanitarias, por decirlo de alguna manera. El término paternalismo industrial se utiliza a veces de forma peyorativa, pero en este caso Duro llegó a sustituir la labor que debía realizar el Estado con la promoción de viviendas", añade Palacios.

La intención de la Asociación de Vecinos del barrio Urquijo es conmemorar el centenario de este espacio urbano con un abanico de actividades que todavía están por concretar. La idea es concentrar esos actos en junio, el día de San Juan.