"Un buen paisano". Así definen los vecinos de Laviana a Manuel Álvarez González, conocido popularmente como Noli, que falleció ayer martes 8 de marzo, en el hospital Valle del Nalón de Riaño, a los 83 años de edad. A lo largo de su vida, Noli fue consejero de la empresa Funerarias del Nalón, presidente del Real Titánico y concejal, en diversas etapas, durante dos décadas. Pero, sobre todo, fue su dedicación a las fiestas de La Pontona lo que le granjeó la simpatía y el afecto de los lavianeses. Entre 1955 y 2011, fue presidente de esta sociedad de festejos, lo que le supuso recibir la medalla civil de oro al mérito agrícola, al ser uno de los actos principales de la fiesta la gran feria ganadera de La Pontona, que se celebra el día del Pilar.

La capilla ardiente de Noli Álvarez se encuentra en la sala número 1 del tanatorio de Pola de Laviana. Nacido en 1932, desde muy joven empezó a trabajar en la funeraria y en un almacén de bebidas. En 1949, fue uno de los encargados de refundar el Real Titánico, el equipo de fútbol de la Pola, del que llegó a ser presidente, y que en 2012 le otorgó su insignia de oro. En el próximo partido en casa del equipo se guardará un minuto de silencio en su honor. Noli Álvarez fue concejal en el Ayuntamiento en la etapa de José Fernández García-Jove, Pipo, como alcalde. En los años 90 retornó al Consistorio como edil del Grupo Independiente de Laviana.

En 1955, recuperó las fiestas del barrio lavianés de La Pontona, que llevaban sin celebrarse desde 1934. En 2011, recordaba a LA NUEVA ESPAÑA cómo en aquella primera edición de la fiesta "sobraron 85 pesetas y con ellas, los cuatro o cinco socios que éramos entonces, nos fuimos a comer un conejo". Aquel año inició la labor con la que todos los vecinos de Laviana, desde los más mayores a la juventud, lo acabó conociendo: la presidencia de los festejos de La Pontona, un cargo que ostentó hasta 2011.

Ese año fue el encargado de pregonar las celebraciones, en uno de los discursos más emotivos que han podido escucharse con motivo del inicio de La Pontona. Su dedicación, prácticamente de por vida, a estas fiestas, eclipsaron un poco su participación, clave durante una década, en la organización de los festejos patronales de la Pola, los de la Virgen del Otero (en agosto). El alcalde, Adrián Barbón, afirmó ayer que "se nos va una referencia insustituible en la historia de Laviana".