La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Aramo cuenta con más de 200 rebecos tras el exitoso plan para su reintroducción

Los cazadores dan por concluido el programa con 75 sueltas de ejemplares traídos de Somiedo que han asentado la especie en la sierra

Una de las últimas sueltas de rebecos en la sierra del Aramo.

El rebeco ha reconquistado el Aramo. Más de 200 ejemplares habitan ya las cumbres de la sierra que cae verticalmente sobre el centro de Asturias. La nutrida presencia de estos herbívoros puede calificarse de un gran logro, si se tiene en cuenta que hace tan solo una década ver un rebeco en el Aramo era tarea imposible. Las entidades implicadas dan así por finiquitado el plan de reintroducción de la especie. "Ha sido un éxito total y, a partir de ahora, los propios rebaños ya están en condiciones de sostenerse y crecer por sí mismos", sostiene Valentín Morán, presidente de la Federación Asturiana de Caza.

El Aramo ha dado un salto hacia atrás en el tiempo más que notable. En este caso, ha sido para mejor. El rebeco cantábrico se extinguió en la sierra a principios del pasado siglo y el proyecto de reintroducción comenzó en 2004 con la elaboración de un estudio de viabilidad. Con respaldo del Principado, el colectivo de cazadores de Morcín puso en marcha en el período 2007-2009 las primeras capturas de rebeco mediante redes en el parque de Somiedo (donde hay censados más de 2.000 ejemplares) y su suelta en el Aramo.

La segunda fase del plan, presupuestada en 140.000 euros (el 80% aportado por el plan "Leader" de la Montaña Central y el resto por empresas como Repsol y Gas Natural Fenosa) finalizó en 2012 e incluyó nuevos traslados de rebecos desde Somiedo y la redacción de un plan de aprovechamiento turístico del nuevo recurso. En total se soltaron en el Aramo 75 ejemplares procedentes de la zona de Somiedo.

Los 75 ejemplares soltados en el Aramo se han convertido en más de 200. Aunque resulta complicado fijar la cifra concreta de la población actual: "El año pasado el número de ejemplares vistos superó los 160, pero hay bastante más, ya que incluso percibimos que están llegando rebecos de otras zonas próximas por lo que podría definirse como un efecto llamada", asegura Valentín Morán.

La cumbres del Aramo se asoman por encima de los 1.500 metros. Ahí arriba, el rebeco cantábrico se ha reencontrado con un hábitat perfecto para expandirse. En 2008, aparecieron las primeras crías. En 2012, ya son contabilizaron más de 30 nacimientos. "El año pasado la cifra se situó cerca de los 60 partos", remarca satisfecho Morán.

El Consorcio de la Montaña Central ha jugado un papel clave en el proyecto, que en su origen se marcó un doble objetivo, unificando el componente cinegético con el turístico. "Desde hace unos dos años se organizan cacerías, muy controladas y esperamos poco a poco incrementar la actividad", explica Morán.

La asociación de cazadores de Morcín ve viable un horizonte cercano con 500 ejemplares en el Aramo. "La vuelta de estos animales es un aliciente más a la hora de incrementar el atractivo de la sierra con fines a potenciar el turismo", apunta el alcalde morciniego Jesús Álvarez Barbao.

En 2008, se pudo constatar por primera vez la presencia de crías de rebeco en la sierra del Aramo. Una docena de ellas fueron las primeras nacidas en la zona desde hacía casi un siglo. En ese momento, los responsables del plan de repoblación empezaron a intuir que el programa sería un éxito. Ahora lo afirman con rotundidad. "Todo ha salido según lo previsto y la población de rebecos seguirá creciendo en los próximos salvo que surjan problemas sanitarios", apunta Morán.

Compartir el artículo

stats