Mieres Tubos lleva más de dos años con respiración asistida y la situación ha llegado ya a un momento crítico. El comité de la antigua Perfrisa exigió ayer una reunión urgente al propietario, Luis Uribarren, al que culpan directamente de haber puesto a la fábrica "al borde cierre". En concreto, los sindicatos afirman que todo el esfuerzo realizado por parte de los trabajadores desde hace ya más de dos años, incluida una rebaja salarial y la renuncia a contraprestaciones sociales recogidas en el convenio, "no se ha visto correspondido de manera que la fábrica continua totalmente parada y sin que se vislumbre ni a corto ni a medio plazo la puesta en marcha de la misma".

La plantilla argumenta que Uribarren "en ningún momento ha demostrado interés porque Mieres Tubos recupere la normalidad y su actividad, dedicándose permanentemente a entorpecer cualquier posible solución y vetando la posibilidad de que posibles inversores o grupos empresariales pudieran entrar a participar en el proyecto industrial". Y es que a principios de año parecía viable alcanzar un acuerdo de refinanciación con los bancos que permitiera la entrada de nuevos inversiones. Los sindicatos aseguran que había incluso un principio de acuerdo para la incorporación de nuevo capital. Sin embargo, la actual dirección ha rechazado sistemáticamente participar con aportación de liquidez o cediendo el control de la empresa a nuevos inversores. "No hay compromiso por parte del empresario de apoyar para que ese interés de participación pudiera llegar a buen fin", apuntaron ayer los portavoces de los trabajadores. El comité exige a Luis Uribarren que convoque una reunión urgente para que dé respuesta inmediata a las inquietudes de los trabajadores. Solicitan también al Consejero de Industria que "se ponga urgentemente a trabajar para buscar una solución" . También piden a las entidades bancarias "que expliquen los motivos por los cuales habiéndose comprometido a participar en el proyecto industrial de Mieres Tubos, la realidad es que a día de hoy, se han vuelto atrás".

La plantilla de Mieres Tubos está decidida a retomar las movilizaciones. No se descarta incluso que las primeras protestas se puedan convocar la próxima semana, aunque es algo que todavía no se ha concretado. La fábrica de Sueros se dedica a la fabricación de barreras metálicas de seguridad y tubos de conducción y para invernaderos. Cuenta actualmente con cerca de un centenar de trabajadores. La plantilla está inmersa en una regulación de empleo rotatoria, pero cuando los trabajadores están en la fábrica no tienen tarea. La producción lleva dos años parada. Muchos empleados están ya agotando la prestación por desempleo. Otra ya han dejado la fábrica.