La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cuando el fútbol paralizaba los pozos

El equipo de La Salle de Turón, que con jugadores como Redondo y Carrete jugó la fase final del Campeonato de España, celebró ayer el medio siglo de su gesta

Por la izquierda, de pie, Silvino, Redondo, Neira, Gelín y Cholo, agachados, Ricardo "el Chumbu", Jorge y Kike, ayer, en Turón, posando como un equipo. J. R. SILVEIRA

Para la historia del fútbol el año 1966 está ligado al triunfo de Inglaterra en el Mundial donde ejercieron de anfitriones. Aquel equipo liderado por Bobby Charlton y Gordon Banks se ganó el respeto de los expertos, pero no cautivó y su recuerdo ha quedado un tanto apagado a la sombra de otros grandes equipos que apuntaron con más certeza al pasional corazón de los aficionados. En Turón, hace justo medio siglo, no era ninguna selección, ni tan siquiera el Madrid de Amancio y Gento, el equipo que arrebataba a los seguidores. En un valle en efervescencia, con las minas de carbón a plena producción y unos 20.000 habitantes sin muchas alternativas de ocio, un grupo de adolescentes encandiló con su fútbol a todos. Era el infantil del Colegio La Salle, que de manera tan aplastante como sorprendente, fue superando con decisión eliminatorias hasta acabar jugando en Huelva la fase final del Campeonato de España. Solo el Barcelona, y con muchos apuros, pudo frenar a unos chavales que cuando salían al terreno de juego de la antigua Bárcena hacían, literalmente, que los pozos de Turón pararan para que centenares de mineros acudieran en masa a ver sus partidos.

Josín, Kike, El "Chumbu", Chemina, Silvino, Moro, Carrete, Redondo, Marqués, Pachín, Cholo, Pepe Luis, Ricardo, Emilio y Jorge integraron un equipo inolvidable, para muchos, el mejor de todos lo que ha salido en Mieres. Con quince años se convirtieron en estrellas, casi en héroes para sus padres y vecinos. Cuando jugaban en la Bárcena, como se llamó originalmente el actual campo Fernández Felgueroso, Turón se paraba. Riadas de aficionados tomaban las calles para ir a ver a los "guajes" jugar al balón: "Estábamos en el vestuario y nos asomábamos a las ventanas a ver llegar a la gente en masa, era algo increíble", recuerda Benigno Moral, "Cholo", el mayor del equipo, un portento que rompía el balón cuando chutaba. Si la quería colocar utilizaba la derecha, si necesitaba disparar fuerte, la izquierda. En la final del campeonato de Asturias, disputada en Gijón contra el Ensidesa, metió un gol de falta que significó el 2-0 definitivo. El partido lo pitaba el que luego fue árbitro de Primera División, Medina Iglesias. El colegiado quedó tan impactado que perdió los papeles. "Cogió a Cholo en brazos y lo alzó del suelo mientras gritaba ¡menudo golazo metiste, chaval!". Esta anécdota recodada por su compañero Emilio Guerra describe perfectamente el modo en que aquel equipo cautivaba a los espectadores.

Cincuenta años después de su inacabada hazaña, los componentes del histórico infantil del Colegio La Salle se reunieron ayer en Turón. No todos, ya que tiempo se ha cobrado alguna ausencia. Tal vez la falta más significativa fue la de Julián Carrete. El que luego sería defensa del Oviedo y del Valencia aún se recupera, en León, del grave infarto que sufrió el año pasado. Él y Redondo terminaron siendo los integrantes de aquel maravilloso equipo que más lejos llegaron. El que fuera durante años defensa del Sporting de Gijón sostiene que ni él ni Carrete eran los mejores: "Salvo Cholo, Pepe Luis y Pachín los demás éramos un poco tuercebotas", sostiene el ahora entrenador. El jocoso comentario no se ajusta a la realidad. "Eran unos críos pero jugaban de maravilla; eran una apisonadora, metiendo seis, ocho o hasta diez goles por partido", recuerda el veterano José Álvarez, por entonces minero del pozo Figaredo.

Tras dejar en la cuneta, entre otros, a Oviedo, Sporting, Santander o Valladolid, los "guajes" de Turón viajaron a Huelva para participar en la fase final del campeonato de España. Ganaron al Recreativo, pero cayeron en cuartos de final con el Barcelona. Al descanso ganaban 0-1, pero al final cedieron por 3-1. No levantaron la copa, pero su gesta les unió para siempre. Siempre serán el equipo que hacía parar los pozos.

Compartir el artículo

stats