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Un robo que causó gran alarma en Mieres

El abogado pide la libertad del cómplice del atracador que desencadenó el tiroteo

El letrado mantiene que su cliente "sólo conducía el coche" y recurre el auto de prisión para que espere por el juicio fuera de Villabona

P. J. G. C., esposado y acompañado por un agente a la salida del Juzgado de Mieres. J. R. SILVEIRA

Nueva vuelta de tuerca en el caso del atraco de un supermercado de Mieres, en el que resultó herido un asaltante tras amenazar de muerte verbalmente y con una pistola (que la investigación desveló que era una réplica) a un agente de la Policía Nacional. El abogado de P. J. G. C., el hombre que conducía el vehículo en el que tenía previsto huir junto al asaltante, ha recurrido el auto de prisión preventiva para su cliente. "Él, como ya declaró, sólo conducía el coche y no blandió ningún arma", explicó ayer el letrado, José Ricardo Arribas Lobé, tras mantener un encuentro con su cliente en la cárcel de Villabona. La petición a la Audiencia Provincial es de libertad provisional, a la espera de juicio. El hombre que atracó el "Día", L. J. E. G., es toxicómano y declaró ante la magistrada que "no recordaba nada" de lo sucedido aquella tarde.

El atraco tuvo lugar el martes de la pasada semana, poco antes de las ocho y media de la tarde. L. J. E. G. amenazó con la pistola a los trabajadores del supermercado "Día" de la calle Aller de Mieres. Fue interceptado por la Policía Nacional a escasos metros del establecimiento, pero siguió corriendo hasta la calle Pérez de Ayala. Allí lo esperaba P. J. G. C. El atracador tiene 41 años y su cómplice 48, ambos residen en Langreo y tienen numerosos antecedentes policiales por delitos contra la propiedad.

Los testigos del suceso aseguran que el agente pidió en numerosas ocasiones al atracador que se detuviera, sin ningún resultado. Al llegar al coche, ya dentro del vehículo, el asaltante sacó el arma y apuntó al policía mientras decía "te voy a matar, hijo puta". El agente disparó dos veces, alcanzándole una bala en el costado. El primer disparo estaba dirigido al interior del vehículo, como recoge el protocolo, a las extremidades inferiores del hombre. Una vez fue alcanzado por la bala siguió apuntando al policía, que disparó de nuevo a la mano para intentar desarmarlo, pero erró.

El herido fue atendido en el lugar del suceso y trasladado al Hospital Central de Asturias (HUCA), donde pidió el alta voluntaria tras estar ingresado una noche. L. J. E. G. padece hepatitis y los agentes que participaron en su detención tendrán que someterse a pruebas médicas para descartar el contagio. Los dos hombres estuvieron en los calabozos de Mieres hasta que, tres días después del suceso, pasaron a disposición judicial.

La jueza de la sala de Primera Instancia e Instrucción número 2 dictó prisión provisional para los dos implicados. A ambos se les imputó un delito de robo con violencia e intimidación y a L. J. E. G., además, el delito de atentado contra un agente de la autoridad. El abogado del cómplice no estuvo de acuerdo con la condena preventiva desde que se dictó y, por eso, acudirá a la Audiencia Provincial.

A la espera de lo que dicte el magistrado, José Ricardo Arribas Lobé prefiere ser cauto: "No haremos pública la totalidad de su declaración, porque así lo he acordado con mi cliente", destacó el abogado. Sí reitero que "en ningún momento mi cliente tocó el arma ni amenazó al agente, no creemos que merezca la prisión cautelar". El letrado considera que P. G. J. C. debería estar en libertad desde el pasado viernes.

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