Los alumnos de la Escuela Politécnica de Mieres quieren estudiar en el extranjero. Cerca de cuarenta estudiantes del campus de Barredo disfrutarán el próximo curso de una beca Erasmus+, el programa europeo que permite la movilidad entre estudiantes de la Unión Europea. El destino favorito de los mierenses es Praga y no hay preocupación por el "Brexit", ya que la Escuela Politécnica no tiene acuerdo con ninguna universidad del Reino Unido. También hay estudiantes, como Covadonga Diego, que optan por el programa Erasmus Prácticas: la oportunidad de trabajar en una empresa extranjera.
La Escuela Politécnica cuenta con acuerdos Erasmus en Francia, Turquía, Rumanía, Portugal, Austria, Polonia, República Checa, Grecia e Italia. La subdirectora de Relaciones Internacionales, Gemma Martínez, explicó ayer que "la mayoría de peticiones son para Polonia y República Checa". Son dos países con buena calidad de vida y asequibles económicamente.
La movilidad con Turquía ha descendido en los últimos años, según Martínez. La principal razón que encuentran entre el alumnado es "la inestabilidad del país". Por contra, este curso, se ha incrementado la demanda para estudiar un año en Francia: "El idioma es un inconveniente, ya que la mayoría de los estudiantes prefieren desplazarse a lugares donde puedan practicar inglés", afirmó la subdirectora. Para algunas universidades, se exige un nivel B2 en lengua inglesa (el título First de Cambridge).
Los hay que prefieren estudiar en el extranjero y otros optan por probar suerte en el mundo laboral. Covadonga Diego, con el grado en Ingeniería Forestal y del Medio Natural y el Máster en Teledetección y Sistemas de Información Geográfica, inició su andadura en el mundo laboral en la ciudad de Brno (República Checa). Hasta allí llegó a través del Erasmus Prácticas y, según explicó, "con la inmensa ayuda que recibí en Mieres. Especialmente de la directora de la Escuela, Asun Cámara".
Covadonga Diego trabajó para la empresa Training Forest Enterprise Masaryk Forste Krtiny, una organización con convenio en la Universidad de Mendel. "Fue una experiencia única, que me permitió poner en práctica los conocimientos adquiridos durante la formación", explicó. ¿Repetiría? "Sin ninguna duda".
