Un grupo de empresarios está interesado en convertir el chalé de Figaredo en un gran complejo hostelero con capacidad para organizar banquetes y convenciones. Las negociaciones con el Ayuntamiento comenzaron hace meses y el acuerdo, según las fuentes consultadas por este diario, podría cerrarse en los próximos días. De esta forma, el gobierno local lograría reabrir la que fuera sede durante quince años del Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial (CeCodet) de la Universidad de Oviedo.
El chalé de Figaredo puede muy pronto dejar de que ser una carga para el Ayuntamiento de Mieres, un peso muerto difícil de manejar. El emblemático inmueble municipal ya lleva casi cinco años cerrado. La antigua sede del CeCodet ha estado mucho tiempo vacía y, hasta ahora, todo parecía indicar que así seguiría durante bastante tiempo más. El Ayuntamiento ha insistido en que no tiene dinero para acondicionarlo y poder centralizar en el inmueble algún tipo de actividad municipal. Sin embargo, la otra vía que ha explorado el gobierno local ha terminado por arrojar avances. El sector privado ha mostrado finalmente interés por desarrollar un proyecto en el singular edificio.
De momento no han trascendido demasiados detalles sobre el proyecto que manejan los empresarios interesados en reabrir el chalé de Figaredo. Este diario ha podido confirmar que se trata de un proyecto vinculado a la restauración. El inmueble sería habilitado para la explotación hostelera, con el desarrollo de dos grandes comedores, uno posiblemente exterior. De esta forma, el complejo podría organizar grandes bodas, cubriendo una demanda que hasta la fecha tiene una cobertura limitada en el concejo.
Durante los últimos años han sido varias las alternativas de uso que se han planteado para el chalé de Figaredo, aunque ninguna terminó por cuajar. El PSOE, por ejemplo, defendió en su momento que la instalación se cediera al Consorcio de la Montaña Central para destinarlo a la gestión de recursos turísticos. Varias asociaciones mostraron interés, pero sin llegar a plantear un proyecto de gestión concreto. Además, el deterioro que presenta la edificación hace necesaria una inversión previa para la rehabilitación del edificio.
La iniciativa que parecía contar con mas posibilidades de plasmarse en realidad fue la planteada por el empresario que más interés mostró en su momento en desarrollar el parking subterráneo de la Mayacina. Este promotor local propuso crear en el inmueble una fundación de carácter benéfico para niños desfavorecidos. El proyecto se diluyó al renunciar el Ayuntamiento a la ejecución del parking.
