El acusado de apoderarse de seis ordenadores en el Hospital Alvarez Buylla de Mieres aceptó ayer los hechos asumiendo una condena de doce años y un día de cárcel, en lugar de los 18 meses solicitados por la Fiscalía del Principado de Asturias. Lo mismo ocurrió con el otro acusado por un delito continuo de receptación, cuya pena se quedó en ocho meses en lugar de los quince iniciales. Ambos aceptaron la condena para evitar la prisión ante el juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo, con lo que la vista no tuvo que celebrarse.

Los abogados de la defensa, Nuria González y Emilio Matanza, acordaron con la fiscalía la reducción de las condenas basándose en que sus defendidos admitieron los hechos y habían tratado de repararlos devolviendo los ordenadores. En el caso del acusado de robo, el ministerio público también admitió como atenuante que era toxicómano y, por tanto, tenía alteradas sus facultades volitivas.

El primero de los robos se produjo el 27 de agosto de 2014 cuando el condenado entró en el Hospital de Mieres y se apropió de un ordenador portátil valorado en 802,23 euros, instalado en Consultas Externas. Entre los días 8 y 9 de septiembre, sustrajo un ordenador portátil colocado en la Unidad del Hospital de Día, valorado en 802,23 euros. El 17 de septiembre, se llevó otro ordenador portátil colocado en la Consulta de Traumatología, valorado en 802 euros. El 22 de septiembre, robó dos ordenadores portátiles instalados, respectivamente, en Consultas Externas y Unidad de Hospital de Día, valorados en 802 euros cada uno. Por último, el 24 de septiembre, sustrajo un ordenador de sobremesa, instalado en el área de Consultas valorado en 700 euros. Los robos se produjeron siempre en distintas horas del día y el hombre consiguió salir del centro hospitalario sin problema, aunque no pasó desapercibido por las cámaras de vigilancia instaladas.

El condenado vendió uno de los ordenadores en un establecimiento de Mieres por 100 euros. También le vendió al otro condenado, en el Parque de Jovellanos de Mieres y en horas nocturnas, el ordenador fijo por 50 euros y dos portátiles por 60 y 70 euros, respectivamente. Así es como se mostraban los hechos en el escrito de Fiscalía, que consideraba al primero de los condenados como autor de un delito continuado de hurto, mientras que estimaba que el otro era autor de un delito continuado de receptación.

Petición de la Fiscalía

Inicialmente, el ministerio público solicitaba una condena de 18 meses de prisión para el primero, al pago de dos tercios de las costas procesales y abono de indemnizaciones por valor de 1.704,67 euros. Petición que finalmente se redujo a doce meses y un año tras la intervención de la abogada Nuria González. Para el segundo, Fiscalía solicitaba 15 meses de prisión y el pago de un tercio de las costas procesales, pero que se quedó en ocho meses pactados con Emilio Matanza.