Cultura evitará el derrumbe de la torre de Soto y pasará la factura al propietario

El edificio medieval de la localidad allerana, una de las joyas del concejo, se encuentra en estado ruinoso

El viceconsejero de Cultura, junto a la torre de Soto, ayer.

El viceconsejero de Cultura, junto a la torre de Soto, ayer.

Soto (Aller), J. VIVAS

El Principado y el Ayuntamiento de Aller velarán por la preservación de la torre de Soto, el emblemático edificio medieval declarado Bien de Interés Cultural (BIC) que se encuentra en un estado ruinoso, víctima del desinterés mostrado por sus propietarios. El inmueble fue visitado ayer por el viceconsejero de Cultura y Deporte, Vicente Domínguez, y por la directora general de Patrimonio Cultural, Otilia Requejo, quienes también aprovecharon para comprobar el estado de otros monumentos alleranos como las iglesias de San Vicente de Serrapio y San Juan de Riomiera.

"Si hay que tomar alguna determinación con la torre, lo haremos", aseguró Domínguez, señalando que "previamente tendremos que determinar qué acciones tomar en función del estado del edificio, ya que nuestra obligación es preservar el patrimonio asturiano". Eso sí, se abstuvo de ofrecer cifras señalando que "nuestra actuación es permanente, siempre dentro de los límites presupuestarios, pero llegaremos hasta lo que podamos". El compromiso regional fue recibido de bien grado por el alcalde de Aller, David Moreno, que acompañó a los representantes del Principado en su visita. "Destacaría la implicación de la administración, más cuando se trata de una propiedad privada".

El alcalde señaló que el Principado inició hace un año un expediente en el que se exige el afianzamiento del inmueble a la propiedad. Este procedimiento es similar al que se lleva a cabo con las viviendas en ruina, lo que conlleva a unas obligaciones por parte de los propietarios, más cuando se trata de un bien catalogado como es la torre de Soto. La intención es "concluir el expediente hasta el extremo que sea pertinente y si hay que llegar a una ejecución subsidiaria, no lo descartamos". De momento, "lo más importante es determinar cuál es el alcance de las actuaciones que hay que realizar para preservar el inmueble y evitar, al menos, que siga deteriorándose, ya que la torre es un emblema para el concejo de Aller".

Las explicaciones del regidor daban cuenta de que, aunque el Ayuntamiento y el Principado asumirán inicialmente el coste de la restauración de la torre, los propietarios tendrán que pagar la factura. Una obligación que también tienen aquellos a los que se hace un requerimiento para derribar o rehabilitar una casa en ruina y hacen oídos sordos. Tras la intervención municipal, que suele ser la demolición del inmueble, el Ayuntamiento les exige el pago de la actuación.

David Moreno también hizo alusión a los otros dos monumentos que ayer fueron visitados, las iglesias de San Juan y San Vicente. El último de ellos ha sido rehabilitado recientemente con una inversión pública de casi un millón de euros. San Juan, por su parte, "se encuentra en buen estado de conservación, pero nunca se sabe si puede necesitar una aportación complementaria".

La torre de Soto, lugar en el que según la leyenda se concibió a la reina Doña Urraca, mantuvo su estructura en buen estado hasta hace seis décadas, después empezó su declive. Es uno de los principales reclamo turísticos del concejo allerano y hace casi una década, un empresario británico intentó comprarla para su conversión en un complejo hostelero. No hubo acuerdo con los propietarios y el proyecto se quedó en el aire. Empezó entonces un deterioro rápido del edificio que, según los vecinos, se acentuó desde que se inauguró el último tramo del Corredor del Aller. Y es que la torre se encuentra a muy pocos metros de esta nueva infraestructura que vertebra el concejo allerano.

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