Hay una joya oculta en la localidad lenense de Bendueños. El Ayuntamiento y los vecinos, respaldados por la Asociación "Vindonnus", han iniciado los trámites para reclamar su catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC). Afirman que el templo es "único" en la región y que su mayor peculiaridad es el mural pintado en el camarín, de estilo barroco y datado en el año 1710. La protección permitirá conseguir fondos para arreglar la iglesia, en la que el paso del tiempo y la falta de atención han hecho estragos. Buscan apoyo social a través de una recogida de firmas.

El santuario de la Virgen de Bendueños fue fundado en 905 y donado por Alfonso III y Doña Urraca a la iglesia de Oviedo. Se amplió de forma importante en el año 1741. De ese mismo siglo datan las pinturas del camarín, justo detrás del presbiterio. Pocos hablaban de ese mural hasta que David Ordóñez, arquitecto y presidente de "Vindonnus", lo conoció en compañía de Xulio Concepción, profesor y experto en el patrimonio y la historia del concejo. La entidad "Vindonnus" inició una campaña para buscar apoyo social. El primer paso ya está en marcha, con la elaboración de un informe municipal para remitir a la Consejería de Cultura.

Ordóñez, a través de "Vindonnus", también forma parte de un grupo de estudio en el que participan una historiadora del arte y un restaurador: "Creemos que este mural es digno de una restauración", destacó el arquitecto. La asociación ha recopilado mucha información, que da a conocer a través de su blog oficial: "En 1710 se encargó a Toribio Fernández Vaquero, maestro de dorar y pintar, la fábrica de un frontal y la realización de las pinturas al óleo de dicho camarín". En la actualidad se conservan parcialmente las cenefas del zócalo, organizadas en tres niveles. Están ornamentadas con motivos vegetales y zoomórficos.

No es la única parte que aún se puede admirar. En la línea de impostas hay cuatro figuras rodeadas de roleos y flores, afirman desde "Vindonnus". En un principio, las pinturas se extendían por los cuatro paramentos y cubrían la bóveda, que se derrumbó en algún momento del siglo XIX.

Los promotores de la campaña quieren que no haya que lamentar más pérdidas. Cuentan con el apoyo del ayuntamiento y del párroco de Campomanes y responsable del templo, Antonio López. También de cerca de un millar de personas que ya han firmado a través de la recogida de apoyos física y de la conocida plataforma virtual "Change.org".