Al Ayuntamiento de Mieres le cuesta tanto ser cariñoso como antipático. Las sucesivas corporaciones locales nunca han sido dadas a los grandes gestos, bien fuesen de carácter afectivo o bien de desagravio. Aún así, los ha habido. El Padre Ángel, fundador de "Mensajeros de la Paz", acaba de ser nombrado hijo predilecto del concejo. De esta forma, el religioso se suma a Víctor Manuel, que fue distinguido con este reconocimiento el 28 de septiembre de 1989, aunque no lo recibió personalmente hasta un año después. Casi dos décadas ha sido hijo único el cantante local en lo que a los afectos del concejo se refiere. En cuanto a las antipatías, Camilo José Cela fue en su momento designado como persona "non grata". Los políticos locales no le perdonaron que en 1994 comparase a los asturianos con las gallinas. El exministro de Industria, José Manuel Soria, estuvo a un paso de seguir el mismo camino en 2012, pero finalmente no hubo acuerdo.

Dos hijos predilectos y una persona "non grata". Ahí se quedan los quereres democráticos, buenos y malos, del Ayuntamiento de Mieres. La intención de la Corporación es poder escenificar el reconocimiento concedido al Padre Ángel en el mes de octubre, coincidiendo con un homenaje que le tributarán los vecinos de La Rebollada, su pueblo natal. "Se trata de una persona que atesora méritos incontestables y cuya labor en favor de los más desfavorecidos tiene una proyección internacional", destaca el alcalde, Aníbal Vázquez. El acto con el Padre Ángel seguro que será muy emotivo, pero será complicado que resulte tan excelso como fue el nombramiento de Víctor Manuel como hijo predilecto. La distinción se aprobó en septiembre de 1989. Uno año después, Víctor Manuel aceptó cantar en la romería de Los Mártires, entre otras cosas, porque tenía pendiente recibir el agasajo. Nunca antes, ni después, la fiesta fue tan multitudinaria. Más de 20.000 personas, asistencia que los recuentos más optimistas incluso elevaron a 30.000, acudieron al concierto. Cenera se desbordó. Las banderas asturianas flamearon cuando el cantante entonó los primeros versos de "El Cobarde" , canción prohibida durante la dictadura. Pasadas las nueve de la noche, después de más de una hora de catarsis colectiva, la actuación se suspendió por unos minutos. El alcalde, Eugenio Carbajal, subió al escenario y entregó a Víctor Manuel el título de hijo predilecto, representado en una obra del turonés Sabino del Viso. El cantante no ocultó su emoción antes de encandilar de nuevo a todos los asistentes interpretando su versión del "Asturias".

Aquel 27 de septiembre de 1990, Víctor Manuel fue profeta en su tierra. Mucho más que eso, ya que tocó el cielo de la mierensía. El orgullo local salió reforzado del multitudinario concierto de Cenera, pero cuatro años más tarde se sentiría atacado verbalmente, nada menos, que por un premio Nobel de literatura. Un tropo literario generó la indignación entre los grupos políticos de la Corporación mierense. Con los votos de IU y DDM, la abstención del PSOE y del PP, y dos votos en contra del CDS, el escritor fue declarado "persona non grata". Todo a raíz de un polémico artículo titulado "Las vacas gallegas", publicado en el diario "ABC" el 29 de enero de 2004.

La moción fue presentada por el representante de Democracia Directa de Mieres (DDM), Fernando Vega. Todos los grupos consideraron que el popular escritor y premio Nobel de Literatura "insultó" y "agravió" a los asturianos con algunas de las comparaciones que hacía en el citado texto. Escribió el novelista de Padrón: " Cuando era pequeño creí que las vacas eran parientes nuestros, las vacas, los mirlos, los gatos, las vacalouras, los jilgueros, las raposas, los grillos..., las gallinas no, las gallinas podrían ser parientes de los asturianos, de los leoneses o de los portugueses, pero nuestras no, de ninguna manera, las gallinas son estúpidas y asustadizas". Estas últimas frases, según las manifestaciones que hicieron los portavoces de los grupos políticos, atacaban el sentimiento regional. También hubo quien recordó cómo el autor de La Colmena había desencadenado, años antes, otra polémica al no dejar en muy buen lugar a la Virgen de Covadonga.

Durante años Víctor Manuel y Cela encarnaron los sentimientos encontrados de los mierenses. El equilibrio entre el querer y el desaire pudo romperse a favor del segundo en 2012, cuando en plena movilización minera, el PSOE propuso nombrar a José Manuel Soria persona "non grata". El ministro se libró por poco, ya que IU se decantó por la vía del entendimiento y optó por otra estrategia, la de invitarle a conocer el concejo con el fin de sensibilizar al político del PP con el conflicto minero.