Enrique Fernández (PSOE) ha cumplido el primer año de su segundo mandato como alcalde de San Martín del Rey Aurelio en un clima de relativa tranquilidad, muy distinto a lo que fueron sus primeros como regidor, en los que tuvo que lidiar tanto con la oposición, como con los problemas internos del partido a nivel local. Cinco años en el puesto le han servido para "dialogar mucho", algo imprescindible para un grupo municipal, el socialista, que gobierna en minoría.
-¿Cómo valora este primer año en su segundo mandato como Alcalde?
-Es un primer año engañoso, al ser un segundo mandato. Al echar la vista atrás se corre riesgo de caer en la autocomplacencia, pero recuerdo el primer año como alcalde, en el que constantemente estaba cogiendo el teléfono a acreedores del Ayuntamiento, que preguntaban cuándo iban a cobrar. Esto ha cambiado, se paga casi al contado, a 0,58 días de media, descontando los 30 días de facturación. Estos problemas graves financieros, el déficit que había al llegar, están superados. Ahora hay otros retos. Prestar mejores servicios, mejorar la habitabilidad de nuestra zona urbana y de los pueblos, dotarlos de más limpieza..., pero tenemos problemas de financiación. Uno de los retos es, dentro del presupuesto, poder habilitar de más partidas para la inversión.
-¿Cómo se pueden conseguir ahora estos recursos?
-Tenemos un dinero claramente insuficiente con las competencias que asumimos, los servicios que prestamos y la atención que se ofrece a la ciudadanía, somos la administración más cercana. Respecto al margen que tenemos en San Martín, es difícil buscar una solución local, porque no está la economía de los vecinos como para subir los impuestos, y la vía del recorte del gasto y la eficiencia llevamos cinco años trabajándola, y no nos queda recorrido. Vamos a empezar ahora con el plan de eficiencia energética, ambicioso, pero que también requiere inversión. Y volvemos a la dificultada para conseguir dinero para inversiones.
-¿En qué punto se encuentra este plan energético?
-Es un proyecto en el que llevamos muchos meses de trámites y planificación, y finalmente hemos recibido la buena noticia de que el IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía) va a dar financiación para el plan, que es ambicioso, que consiste en renovar todas las luminarias de alumbrado público en la zona urbana. Nos otorga un crédito a diez años sin intereses. Es un proyecto de 1,5 millones de euros, que permitirá generar ahorros importantes, alrededor del 70% del consumo actual.
-¿Cuánto dinero supone ese porcentaje?
-En la zona urbana, en la que se aplica el proyecto, serían alrededor de 300.000 euros al año. Ya se habían dado pasos modestos, sustituyendo lámparas, cuando tocaba renovar se hacía con material nuevo. Pero en la gestión pública terminar una tarea significa empezar otra. Quedará a continuación de este plan el alumbrado público en la zona rural y la eficiencia en los edificios municipales. Al final sería un plan integral.
-Hablaba de las carencias del presupuesto. ¿Cómo va la elaboración de las cuentas para 2017?
-Ya han empezado los trabajos con los técnicos de la casa para analizar la ejecución real de los gastos e ingresos. Y en base a estos cálculos, hacer esta previsión. Antes de final de año queremos tener un presupuesto para 2017. Se presentará a los grupos con tiempo suficiente, para que haya sugerencias, y para tratar su aprobación.
-En el último debate de tasas, otro de los debates del año en un Ayuntamiento, se contó con el apoyo de Somos. ¿Cómo va la elaboración de una de las peticiones que incluyeron, la del recargo del IBI a viviendas sin uso?
-El acuerdo con Somos partía de una realidad: somos el octavo municipio en población, y el número 68 de 78 en recaudación. Y debe haber más correspondencia entre población y recaudación fiscal. Se actualizaron las ordenanzas, y Somos planteó algunas ideas que la verdad no vimos mal. Por ejemplo, la de intentar movilizar el parque de viviendas vacías recargando el IBI, alrededor del 20%. A día de hoy, lo que nos trasladaron, es que puede haber problemas de legalidad para aplicar este recargo, y estos problemas, de momento, no nos permiten aplicarla.
-¿Qué tipo de informes alertan sobre la medida?
-La jurisprudencia existente lo desaconseja, y así nos lo han dicho trabajadores municipales. En la actualidad se sospecha mucho de la honradez de los políticos, de la legalidad de las cosas que se hacen. Es una hoguera en la que creo que se queman muchos inocentes. Aquí tenemos un interventor que se ha autosignificado como un luchador contra la corrupción (José Ángel Gayol es el presidente del Observatorio contra la Corrupción), y es quien fiscaliza las operaciones que se hacen. Tenemos la lupa en la caja, los vecinos en este sentido pueden estar tranquilos (ríe).
-El centro TIC de El Entrego está prácticamente lleno...
-La verdad es que el edificio tecnológico del pozo Entrego está casi lleno, y el espacio disponible se considera prudente dejarlo para las empresas que ya están, por si en algún momento crecen. El empleo es la máxima prioridad. No acabamos de recuperarnos de la pérdida del empleo del sector minero, y sin ayudas estatales, más todavía. Nos han abandonado a nuestra suerte estos cinco años.
-¿Cómo afecta la supresión de los fondos mineros'
-La parte que más se echa en falta es la ayuda a la reactivación económica, estamos abandonados por completo. Además, se ha abocado al cierre al sector minero, sin compensaciones. No podemos cruzarnos de brazos, es un lujo de no nos podemos permitir.
-¿Cómo va la segunda fase del centro tecnológico?
-Está claro que hay que seguir con la apuesta por el sector de las nuevas tecnologías, los sectores intensivos en investigación y conocimiento, y para ello hay que dotar espacios y equipamientos. Es conocido que queremos hacer un centro tecnológico el ya existente, y los desarrollos urbanísticos que permitirían hacerlo están en su fase final. Pero hay que buscar la financiación. En esta parte, cómo no, también echamos en falta los fondos mineros. Es una petición de profesionales que actualmente están en el centro TIC.
-En estos sectores es necesaria la colaboración entre empresas...
-Nos lo han demandado personas que conocen las necesidades que el sector tiene, para ellos y para otras nuevas empresas, para investigadores... Tenemos este motor económico, y también debe serlo el turismo y el mundo rural, porque por desgracia, y lo recalco, ya no tenemos el motor único de la minería.
-¿Cómo afecta a San Martín el progresivo cierre de las minas de la comarca?
-No renunciaremos nunca a que se tenga en cuenta el carbón como la única fuente energética que tenemos, llamamos a la cordura. Seguiremos defendiendo la minería, es lógico. Hay que como mínimo, mantener lo que hay. Y en este caso, no sólo hablo de minería.
-¿A qué más se refiere?
-Es el comercio, es la pequeña empresa e industria, hay que hacer hincapié en que hay que apostar por estos sectores, apoyar a quien trabaja y vive en San Martín. Hay que fomentar la llegada de nuevos sectores, pero también mantener lo que tenemos.
-En referencia al turismo, en San Martín están el Museo de la Minería y el pozo Sotón, que tras su cierre es visitable. ¿Repercute este flujo de visitantes en el concejo?
-En el tema turístico no podemos tener complejos, hay recursos de primer nivel, de talla nacional e internacional. Es nuestro patrimonio industrial y minero, incluso también el natural y gastronómico. Lo que pasa que para convertir estos recursos en una industria tiene que colaborar la iniciativa pública y sobre todo la privada, son los que tienen que convertir estos recursos en un sector, para que estas visitas generen riqueza y empleo.
-Siguiendo con impulso al sector industrial, ¿cómo se encuentra el proyecto para el polígono del pozo Venturo?
-Es un tema cortocircuitado, como otros tantos, demasiados, por la sustracción de los fondos mineros, que nos arrebataron. Era una zona empresarial en el entorno de La Llave, y planteábamos, por la zona en la que se ubicaba, un polígono verde, en el que estuviesen empresas agroalimentarias. Empresas a las que se les genera valor añadido estar con otras firmas del sector, ya que genera sinergias, como compartir inversiones como cámaras de frío, logística para el tratamiento de los productos... el objetivo, si no hubiera sido por la extirpación de los fondos mineros, sería un proyecto interesante. Y tampoco sería una ocurrencia, porque habíamos pulsado a las empresas del sector. Insisto en que este tipo de proyectos no son ocurrencias para gastar dinero, lo que buscamos es hacer apuestas de futuro para desarrollar el empleo en el concejo.
