Una pista ganadera de doce kilómetros separa el pueblo casín de Bezanes y la braña de los urogallos, donde se ubica el parador de Brañagallones, en pleno corazón del parque de Redes. Tras pasar varios años cerrado, el inmueble volverá a abrir, se espera que a mediados de este mes, convertido en refugio de montaña. No podrá obviar su pasado como hotel de lujo, con lo que ahora será un albergue de muchas estrellas. Lo dice el presidente de la Federación de Montaña, Escalada y Montañismo, Juan Rionda, que se encargará de la gestión: "Va a ser el mejor refugio de España, por lo menos el más lujoso y en el lugar más maravilloso".

Rionda acudió ayer a visitar el parador acompañado por el alcalde de Caso, Tomás Cueria, y el guarda que se encargará del inmueble, el casín José Manuel Prado. Los tres comprobaron el avance de las reformas que ultiman los operarios del Principado, centradas estos días en el sistema eléctrico, los acristalamientos y suministros. En días anteriores, también se actuó en el tejado, donde había humedades. Además se hizo mudanza, ya que para adecuar el parador había que ampliar su número de plazas, pudiendo ofertar un total de cuarenta. Para dejar espacio, se han retirado camas individuales, y también se han llevado algunos cuadros y elementos decorativos de valor, que no tenían sentido con el nuevo uso.

Sus habitaciones no tienen número, sino nombre de picos del entorno como "Xamoca", "Cabeza L'Arco" o "Cantu del Oso", y estarán distribuidas en espacios para cuatro, cinco y seis personas. "Encaja para una familia o para un grupo de amigos, que tendrán su propio baño, además de disfrutar de los salones y servicios comunes", explicó José Manuel Prado. Este casín aseguraba ayer sentirse "emocionado" por tener la oportunidad de trabajar como guarda del parador y es que los vecinos de Caso llevaban años demandando que el inmueble se quitase el manto elitista y se abriera a toda la ciudadanía.

"Va a ser un centro de disfrute y ocio, y espero que sirva para generar un mayor número de visitantes al parque de Redes", afirmó el Alcalde. Tomás Cueria también demanda más accesibilidad por la pista de acceso, ya que actualmente sólo se permite el paso a ganaderos y taxis. "Querríamos que al menos en los dos primeros kilómetros, que son los más difíciles, se permitiese el paso, para ello seguiremos hablando con la dirección del parque de Redes", apuntó. Una petición que hace suya el propio Juan Rionda, pidiendo "más flexibilidad" a la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales.

El presidente de la Federación de Montaña ha sido el principal impulsor de este refugio, que llevaba años solicitando sin que la administración regional le hiciese caso. "Fue el actual consejero de Industria, Francisco Blanco, quien se dio cuenta de las posibilidades y nos facilitó gestionar este espacio", apuntó. Su idea, como ya había señalado en anteriores ocasiones, "es que sea un lugar no sólo para montañeros, sino para todo el mundo, desde turistas a cazadores, quien quiera venir será bien recibido". También resaltó que el refugio "puede convertirse en un lugar de difusión turística del parque de Redes, porque la braña de los urogallos también merece un reconocimiento turístico".

El parador se encuentra en muy buenas condiciones tras las labores de reparación y mantenimiento llevadas a cabo por el Principado, que invirtió 50.000 euros en estas labores. Los operarios estaban ayer trabajando en el sistema eléctrico y la sustitución de las bombillas por otras de bajo consumo. También se avanzaba en la potabilidad del agua y su suministro a todos los grifos del inmueble.

Algunas de las habitaciones ya lucían nueva cara, mientras que otras esperaban por la llegada de las literas encargadas por la Federación de Montaña, que estarán listas en los próximos días. De momento, no hay una fecha fija de apertura con el "mediados de mes" en la boca de todos.

El parador está construido sobre un antiguo refugio de cazadores. En 1997 se hizo una remodelación completa, pero no sería hasta agosto de 2005 cuando el Principado firmó un contrato de explotación con la empresa Inversiones Lujasa. El inmueble fue acondicionado para albergar un hotel con una categoría de tres estrellas. Sin embargo, la oferta como parador no llegó a despegar. Tan sólo estuvo abierto cuatro años, hasta 2009, dada la escasa aceptación entre los visitantes de este espacio natural. Además, también se habían descubierto unos desperfectos debido a la nieve que no se arreglaron por desavenencias entre la firma explotadora y el Principado. El Gobierno regional, como propietario del edificio, no pudo rescindir el contrato de explotación a pesar de que el parador estaba cerrado. Finalmente, hubo que esperar hasta su extinción, a finales del año pasado, y fue cuando se retomaron las negociaciones con la Federación de Montaña.

La nieve no permitió acceder hasta el parador hasta la primavera. Entonces se valoraron los desperfectos del inmueble y se llegó a un principio de acuerdo para su transformación en refugio de montaña. La Federación exigió al Principado que se hiciese cargo de las obras. A cambio, la entidad se haría cargo del edificio y su mantenimiento. El acuerdo fructificó hace una semana, aprobándose la cesión de forma gratuita en Consejo de Gobierno.

El Principado se hizo cargo de las reparaciones que todavía ultima con un coste de 50.000 euros. Asimismo, y según el convenio, se ocupará de las inversiones necesarias que excedan al mantenimiento. Por su parte, la Federación gestionará el parador durante diez años que serán prorrogables. También da cuenta de su compromiso con el concejo empleando a los vecinos de Caso, como ocurre con el guarda.