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El empresario Juan Fernández Coalla adquiere Mieres Tubos

La plantilla espera conocer el proyecto del nuevo máximo accionista de la compañía, que lleva dos años cerrada

Una protesta de los trabajadores de Mieres Tubos en Vitoria.

Los trabajadores de Mieres Tubos están cerca de recibir una noticia que llevaban esperando dos años. Según ha podido saber este diario, la familia Uribarren ha accedido a desbloquear la situación en la que se encontraba la factoría mierense, y procedido a la venta del 65% de la compañía. El comprador es el empresario Juan Antonio Fernández Coalla, que entre otras compañías dirige TYC La Mata, dedicada a la exportación e importación de carbón, construcción y servicios de mantenimiento, entre otras áreas. Lo que aún se desconoce es el montante de la operación. Hoy mismo, la plantilla de Mieres Tubos mantendrá una reunión con los responsables de la empresa, encuentro al que presumiblemente asistirá el nuevo máximo accionista de la compañía. Los representantes de los trabajadores esperan conocer mañana de primera mano los planes para la compañía.

El secretario del comité de Empresa, José Ángel Álvarez, se mostraba ayer "contento y esperanzado" ante las noticias que les van llegando. "No sabemos nada concreto, pero sí parece que se ha cerrado esa venta, que ha habido un acuerdo y que se va a desbloquear la producción", aseguró el responsable sindical, que confirmó que el martes fueron convocados para la reunión que tendrá lugar hoy por la mañana. "Nos llamó la empresa y nos dijo que nos explicarán los pormenores del acuerdo", detalló Álvarez.

La factoría de Mieres Tubos lleva dos años cerrada. Veinticuatro meses en los que a muchos de los trabajadores se les acabaron las prestaciones por desempleo y estaban en una situación límite. Durante el cierre de la factoría, en la que trabajan unas 70 personas, incluso se llegó a aprobar un plan industrial que recogía recortes para los trabajadores tanto salariales como sociales. Ni así se logró que los dueños de la empresa, la familia Uribarren, moviera ficha para lograr un desbloqueo de la actividad.

Nuevos inversores

Durante los últimos meses, las protestas de los trabajadores y los sindicatos se han incrementado. La exigencia a los dueños de Mieres Tubos era clara: o bien ponían los 8 millones de capital necesarios para reactivar la compañía, o bien se hacían a un lado dejando entrar a nuevos inversores interesados en la compañía. Finalmente ha sido esta última vía la elegida por los Uribarren, que habrían cedido el 65% del control de la empresa a Fernández Coalla.

Las instituciones también respaldaron a los trabajadores durante en sus reivindicaciones. El Alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez incluso se ofreció a mediar entre la familia propietaria de la empresa y los sindicatos para tratar de llegar a un acuerdo. También recibieron el apoyo de los grupos municipales y de la Junta General del Principado.

Los sindicatos, además, siempre mantuvieron que la antigua Perfrisa tenía carga de trabajo y clientes suficientes como para ser viable. Sin embargo, la falta de materia prima les condenaba a mantener las instalaciones paradas. Durante estos dos años, apenas un par de trabajadores hacían labores de mantenimiento y vigilancia en la planta, en la que reinaba un silencio total, muestra de la inactividad de la factoría. Ahora, la plantilla espera ansiosa a que llegue la hora de reactivar las máquinas y reanudar la producción.

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