Se incidió desde la organización en que el Descenso no es ningún tipo de carrera, pero lógicamente todos querían salir del río con su estructura lo menos deteriorada posible, tras pasar por pozas, rápidos y zonas de "regodones". Los gijoneses de la peña "Ernesto de Hannover" tuvieron a la suerte del otro lado, porque la suya se desintegró nada más tocar el agua. Eso sí, esta edición demostró un tremendo trabajo de construcción y sobre todo propuestas más que originales, tanto de la propia embarcación como de los disfraces.

Clásicos del cine como "Star Wars" tuvieron su espacio con un buen despliegue, que incluía hasta efectos especiales, con una Estrella de la Muerte giratoria en lo más alto de la embarcación. Tampoco dejaron indiferentes a nadie "Los Minions" de Llorío, pero estos más que por la construcción en sí, que también, lo hicieron por la caracterización de sus participantes. El amarillo era su color, todos iguales, con gorra y peto, emulando a la perfección a los personajes animados de la película. Marcaron la diferencia soltando serpentinas al arrancar su marcha en el desfile.

Hubo tiempo también en esta edición número cuarenta y nueve del Descenso Folklórico del Nalón para la originalidad. Esa misma que aplicaron en la peña "La Guitarra". Su navío tuvo toques siniestros dentro de lo festivo, y es que el tema central era la celebración de difuntos en México. En este caso también imperó la lógica para la música. Sonaron las rancheras, dando el callo como buenos ganadores de la edición del año pasado. Eso sí, la embarcación que posiblemente más risas levantó fue la construida por la peña "El Otero Team". No podía faltar el Brexit en el Descenso, y ellos se encargaron de dejarlo patente con un diseño basado en la bandera británica y un Big Ben hundiéndose, con la Reina de Inglaterra huyendo en avioneta de toda esta debacle. A su llegada a Puente d'Arcu entre los primeros, tuvieron que esperar para entrar en el agua y algunos visitantes se acercaron para ver su acabado desde más cerca.

El hecho de que el número de embarcaciones fuese mayor que nunca hizo que las hubiera para todos los gustos. Grandes y pequeñas, más trabajadas y menos, y mayor o menor suerte a la entrada en el Nalón. Llegados desde Avilés, la peña "Belenos" demostró que la suya no era navegable. Pocos metros duró entera, pero como se suele decir, lo importante es participar. Tampoco faltaron los guiños al juego de moda. El Descenso es una fiesta que se ha adaptado a los tiempos y los Pokemon estuvieron por las calles de Laviana como gesto casi inevitable de modernidad. "Ya se sabía que estos iban a aparecer", comentaron al verlos pasar. Y hubo mucho más: casitas de chocolate, dragones, Mortadelo y Filemón, Los Picapiedra... todos llegaron al final al "prau" La Chalana, deseando, otra vez, participar en el Descenso.