Una familia de Laviana lleva alrededor de diez días acampada entre Barredos y La Pola, en las proximidades del río Nalón, ante la imposibilidad de encontrar una vivienda. La pareja tiene a su cargo cuatro menores de entre diez meses y ocho años y, como explicó la madre, Sara Jiménez, "nadie quiere ayudarnos".

Todo comenzó cuando este núcleo familiar fue expulsado de la vivienda en la que residían en Barredos. "Tuvimos problemas con la dueña del piso y nos echó; entonces acudimos a Servicios Sociales a ver si nos podían ayudar, aunque no hemos sacado nada en claro", señaló. También acudieron al Ayuntamiento de Laviana "pero no nos pueden dar ninguna vivienda, dicen que no tienen pisos de emergencia y que tampoco nos pueden dar una del Principado, porque están arreglándolas y tendríamos que esperar dos meses; pero es que nosotros necesitamos un techo ahora", subrayó.

Jiménez afirmó que "es una vergüenza lo que están haciendo con nosotros, porque no hacen más que marearnos y seguimos en la calle". La familia tampoco ha tenido suerte a la hora de buscar albergues u otro tipo de cobijo. "No nos quieren porque somos gitanos, están discriminando tanto a mis hijos como a mí", denunció. Asimismo, la familia también censuró que "nadie se ha preocupado por nosotros ni ha venido a vernos para ver si necesitábamos algo, estamos muy dolidos por la falta de solidaridad que estamos apreciando".

Fuentes municipales confirmaron ayer que la familia sí se dirigió al Ayuntamiento para pedir ayuda y que desde el Consistorio se hizo "todo lo posible" por facilitarles una vivienda, aunque no ha sido posible. El Ayuntamiento de Laviana no cuenta con viviendas de emergencia y por eso se puso en contacto con Vipasa para ver la posibilidad de recolocarlos en una de las suyas. Sin embargo, el organismo regional de vivienda tiene dos pisos en Laviana que actualmente se encuentran en reformas, con lo que no pueden ubicarlos allí. El Ayuntamiento también intermedió con propietarios privados para ver la posibilidad de alquilarles un piso, aunque sin éxito.

Esta familia lavianesa cobra el salario social y el Ayuntamiento colabora con su manutención. También reciben ayuda por parte de Cáritas Diocesana. De momento, la familia esperará en este asentamiento temporal hasta conseguir su objetivo. "No lo pido por nosotros, por lo menos que piensen en mis hijos, que son cuatro menores y no tienen un techo donde dormir", recalcó Sara Jiménez.