El portavoz del grupo socialista en el Senado, Óscar López, rechazó ayer, en el Pozu Funeres, que su partido quiera nuevos comicios dado el actual bloqueo para formar un gobierno en España. "Ningún socialista quiere que se convoquen unas terceras elecciones", afirmó, sin ofrecer una solución alternativa para evitarlos. López acudió hasta este entorno situado en Peña Mayor, Laviana, para celebrar junto a los socialistas del concejo el tradicional homenaje a las víctimas del pozu Funeres. El socialista compartió la jornada con el alcalde de Laviana y presidente de la Asociación de las Comarcas Mineras (Acom), Adrián Barbón; y la diputada, Adriana Lastra, entre otros miembros del partido.

"En España se celebraron segundas elecciones porque hubo un bloqueo a pesar de que el PSOE intentó formar gobierno", apuntó López, destacando que "ahora el Partido Popular posee una mayoría que tiene que articular, pero no con nuestro partido, que va a votar no, tanto a Rajoy como a cualquier otro candidato del PP". Y es que el senador aseguró que "no tiene sentido histórico que Mariano Rajoy repita después de cuatro años de recortes, de la amnistía fiscal, de los copagos o de la corrupción". Finalizó López destacando que su partido "es la alternativa al gobierno de la derecha", pero sin desvelar las claves para conseguirlo.

En cuanto al homenaje a las víctimas del pozu Funeres, el socialista resaltó que se trata de un acto de memoria "sin ánimo de revancha, pero es importante para mirar el futuro y reivindicar que en este país hubo personas que murieron por sus ideas asociadas a la libertad y la justicia". El senador se congratuló de la buena salud de este homenaje, en el que participaron más de doscientas personas, muchas de ellas jóvenes. En una línea similar se manifestó Adrián Barbón, quien señaló que "los socialistas de Laviana siempre estaremos ligados al pozu Funeres y a lo que aquí sucedió en 1948, venimos aquí porque las familias siempre nos animaron a hacer este acto".

El regidor también destacó el protagonismo del histórico socialista Pablo García Fernández, presidente de la FSA-PSOE, que junto a las familias de las víctimas del pozu Funeres promovió este homenaje. Aprovechó para ofrecer un discurso político centrado en aspectos como la defensa del sector del carbón o la necesidad de que haya presupuestos. "Cerramos filas con nuestro sindicato hermano, el SOMA, para la defensa del carbón", subrayó, haciendo hincapié en que "fuimos los únicos que firmamos el manifiesto para su defensa, ni Podemos, ni Izquierda Unida y, por supuesto, tampoco el PP defendieron ese documento".

El homenaje en el pozu Funeres comenzó con la voz de Arturo Cortina, que cantó una canción en recuerdo de lo ocurrido en este entorno. Tras él tomó la palabra la secretaria de Igualdad de la FSA-PSOE, Jimena Llamedo, quien resaltó que este acto "simboliza la lucha de muchos compañeros que fueron asesinados por defender nuestros valores". Después hablarían Adrián Barbón y Óscar López, cerrando con "La internacional" cantada al unísono por todos los presentes.

Las víctimas

Entre las personas que ayer acudieron al homenaje se encontraba Ana Canteli García, cuyo abuelo, Jesús García Iglesias, fue una de las víctimas. "Lo que se vivió en casa fue lo peor, mi abuela se pasó tres meses tirada en la cama pensando en lo que le hicieron", explicó. Y destacó que "no sólo está aquí mi abuelo, muchos de mis familiares expresaron su intención de que llevasen sus cenizas al pozo, así que media familia está aquí metida". También tiene familiares en el pozu Funeres José Luis Fernández. "Mi padre está aquí, fue uno de los promotores de la Huelgona del 62, estuvo encarcelado tres o cuatro meses y tuvimos que marchar al extranjero, pero antes de morir pidió que sus cenizas fueran llevadas al pozu Funeres", apuntó.

El lavianés José Sánchez fue testigo de la represión franquista y asegura que "no he faltado ningún año, aunque igual éste sea el último". Sánchez explicó que "llevé muchos palos durante esa época".

En Funeres se recuerda un suceso ocurrido en 1948, donde brigadillas franquistas detuvieron a una veintena de personas simpatizantes con las ideas socialistas y las arrojaron a una sima natural de 20 metros de profundidad situada en la ladera oeste de Peña Mayor. El suceso llegó a tener repercusión internacional.