El plan de Cierre de la minería presentado por el PP en Bruselas recogía una estimación de prejubilaciones y bajas incentivadas que servirían para aligerar las plantillas hasta 2018 y desde 2011. Según se apunta en el documento, el número estimado de trabajadores que podrían beneficiarse de las ayudas de prejubilación se estima era de 2.950. En el caso de las bajas incentivadas, no llegaba a 600 mineros los que en ese mismo periodo se podrían acoger a esta medida excepcional.
Los requisitos que se exigen para que un trabajador pueda optar a la baja incentivada pasa por tener una antigüedad en el Régimen Especial de la Minería del Carbón desde al menos tres años y con una antigüedad mínima de un año en la empresa. Además, se debe estar adscrito a la unidad de producción que cierra durante un periodo superior a un año. El importe que cada trabajador recibiría sería una cantidad fija de 10.000 euros y otra variable, de 35 días de salario por año trabajado con un límite de 30 mensualidades. Además, el plan de Cierre de las autoridades españolas señala que "la cuantía de la indemnización por baja incentivada será incrementada en 24.000 euros en el caso de los trabajadores silicóticos de primer grado".
