Las instalaciones del centro de día de alzhéimer y otras demencias de Lada se quedaron pequeñas para albergar a la gran cantidad de profesionales, pacientes, familiares y público en general que quisieron participar en los actos de celebración del Día Mundial del Alzhéimer, organizados por el propio centro de día con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas.

La jornada comenzó con la conferencia de Amaya García Sagarzazu, psicóloga y psicoterapeuta, que habló sobre "Musicoterapia y Alzhéimer". La ponente comenzó definiendo la musicoterapia como "el uso de la música y sus elementos (sonido, ritmo, melodía y armonía) para facilitar y promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje y la expresión" y resaltó la importancia de la música en el tratamiento del alzhéimer y otras demencias ya que "ayuda a los pacientes a recuperar recuerdos autobiográficos, moviliza el cuerpo, mejora la coordinación y la motivación al tiempo que consigue disminuir los comportamientos disruptivos". Y es que, según expresó la psicoterapeuta, a pesar de la devastación que la enfermedad provoca en la memoria, "la mayoría de los enfermos son capaces de retener sus recuerdos musicales incluso en las fases más avanzadas y puede que no se acuerden de su nombre pero sean capaces de cantar una canción". Como ejemplo de las técnicas de musicoterapia que se realizan en grupo, señaló "el manejo de instrumentos, bailes y coreografías, juegos musicales y audición de fragmentos de canciones hasta que se consiga adivinar de qué canción se trata"

José Luis Díaz, psicólogo del centro, explicó a los asistentes que en el Centro de Día también se llevan a cabo terapias de musicoterapia personalizadas ya que "se trata de una poderosa herramienta terapéutica que permite a los enfermos acceder a sus vivencias" y subrayó que "aunque la medicación es necesaria, este tratamiento no tiene ningún efecto secundario y es muy efectivo". Según Díaz, "se necesita muy poco para llevar a cabo la actividad", tan solo son necesarios unos auriculares y un reproductor MP3 que permite que el usuario en su caso pueda moverse mientras escucha la música. Las listas para cada paciente se elaboran de modo individualizado y "si los enfermos ya no pueden hablarnos de sus canciones preferidas, preguntamos a las familias o simplemente experimentamos para ver cuales les gustan y cuáles no". El psicólogo fue el encargado de presentar un vídeo en el que se recogen muchas y variadas reacciones de usuarios del centro durante sus terapias, algunas tan evidentes como una gran sonrisa, un baile o la interpretación de la canción escuchada y otras, más sutiles, apenas un gesto o una mirada que sin embargo dejan constancia de que una melodía es, además de otras muchas cosas, una puerta abierta al recuerdo.

A continuación, subieron al escenario los integrantes de "Música para recordar", un cuarteto de jóvenes que hicieron las delicias de los asistentes, aunque el plato fuerte y la gran sorpresa había de llegar con el coro "Letras del Corazón" integrado por usuarios del Centro. Ataviados con su uniforme blanco y malva, cantaron varios temas de su repertorio y consiguieron emocionar y poner en pie a un auditorio entregado que pudo comprobar que, efectivamente, cuando ya no quedan recuerdos y todo parece perdido, siempre queda y estará la música.