Mediados de 2017. Esa es la fecha objetivo que el presidente ejecutivo de Asturiana de Laminados (Asla), Macario Fernández, se marca para la puesta en marcha de la nueva línea de acabados que espera ampliar en la factoría de Villallana. La tramitación del suelo de la parcela que necesitan para proceder a expandir la fábrica ha entrado en su fase final, y la compañía espera poder desarrollar los trabajos que supondrán un aumento de plantilla de hasta 80 trabajadores, en los próximos dos o tres años. Fernández hizo ayer estas declaraciones tras una visita a la planta del polígono de Villallana en la que estuvo acompañado por el director general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa de España, Víctor Audera López, por la directora general de Industria y Telecomunicaciones del Principado, Sandra Velarde, y por el Alcalde de Lena, Ramón Argüelles.

El presidente de Asturiana de Laminados explicó que el primer paso para continuar con sus planes de expansión para por que la tramitación del plan parcial salga de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA). "En este momento estamos con el plan parcial pendiente de una resolución de la CUOTA para que el Ayuntamiento de Lena pueda continuar la tramitación y adjudicación; y posteriormente nosotros continuar la obra", indicó Fernández, quien explicó que la primera parte de la nueva nave ya se ha construido en los terrenos que la empresa poseía en la misma parcela que ahora ocupa. El empresario explicó que sus noticias son que "la CUOTA va a tratar el plan parcial la próxima semana".

A partir de ahí, la hoja de ruta de Asla es clara: "Si pasa este trámite, que yo espero que sí, toda la presión la ejerceremos sobre el Alcalde de Lena, que para eso tiene las espaldas bien anchas", apostilló Fernández. Y agregó: "El ayuntamiento tiene una tramitación muy rápida y nosotros en seis meses tendríamos que tener la nave construida". Las urgencias vienen por la necesidad de descargar los equipos para la nueva línea de producción: "Tenemos que empezar a meter equipos, porque la maquinaria está fabricada al 70 por ciento y son 1.000 toneladas de acero y tecnologías". De hecho, la empresa asentada en Lena ya ha ganado tiempo tras negociar con sus suministradores, puesto que la idea inicial es que ya en octubre comenzara a llegar el material para la nueva línea de negocio.

Con el calendario en la mano, las previsiones de Macario Fernández son que "a mediados de 2017 deberíamos de estar produciendo nuevos acabados en esa línea y, por lo tanto, incrementando la plantilla y contratando más personas, dando más trabajo". Finalmente, serán unas 80 personas las que engrosarán la plantilla de Asla, aunque lo harán escalonadamente en los próximos dos o tres años. El objetivo, afirmó Fernández, es llegar a los dos centenares de trabajadores.

El que se mostró "encantado" con el trabajo en Asla fue el Víctor Audera, director general de Industria del Ministerio. Un departamento que ha concedido préstamos por valor de casi 26 millones de euros a la factoría lenense. Tras comprobar in situ el trabajo en la planta, el responsable del Gobierno explicó que "estamos muy satisfechos, vinimos para ver cómo están yendo las cosas, y este es un proyecto que nos gusta mucho". El motivo es que el Ejecutivo "apuesta por la reindustrialización de España y estamos convencidos de que la Industria tiene que jugar un papel mucho más importante en nuestra economía del que ha jugado hasta ahora". El objetivo es llegar al 20 por ciento del Producto Interior Bruto generado con la Industria. Ahora mismo, está en el 16%. "Este tipo de proyectos ambiciosos, de productos de futuro, máxime dedicado la exportación, son los que queremos apoyar", señaló Audera.

En este sentido, agregó que en el Ministerio hay una gran satisfacción por "la fenomenal utilización que Asturiana de Laminados le está dando a los préstamos a la inversión industrial que estamos concediendo". "Es un motivo de satisfacción y un ejemplo para que haya más proyectos de este tipo", indicó el portavoz del Gobierno.

Y agregó que Asla "es un ejemplo para la reactivación, lo que necesitan estas comarcas". Lo justificó indicando que ante la caída del sector minero, el futuro se encuentra en "empresas industriales con producto nuevo, de exportación y competitivo". "Es la forma de fijar población en estas comarca, porque además son inversiones que no se van a desmontar, sino que van a quedar aquí para mucho tiempo", finalizó Víctor Audera.