La campaña de recogida de firmas para evitar la retirada de la imagen de la Virgen del Carbayu del Ayuntamiento de Langreo ha recabado ya 4.000 apoyos. El Pleno de Langreo aprobó en abril una moción para unirse a la red nacional de municipios por un estado laico. Uno de los puntos recogidos en el escrito -presentado por el gobierno local (IU y Somos), apoyada por el PSOE y Ciudadanos, y rechazada por el PP- es que "no existirá simbología religiosa, salvo aquella que signifique un bien patrimonial e histórico especialmente contrastado".

Las firmas serán entregadas en el registro del Ayuntamiento el martes a las 12.00 horas. La campaña ha sido promovida por la parroquia de Ciaño. Los organizadores esperan que el volumen de apoyos siga creciendo de forma significativa hasta la fecha de entrega. El mismo martes recogerán firmas frente a la Casa Consistorial entre las 9.30 y las 11.30 horas. Además, antes del mediodía, el presidente de la Sociedad de Festejos y Cultura "Nuestra Señora de El Carbayu", Julio González, leerá un manifiesto.

A pesar del contenido de la moción, no está claro si se retirará la imagen del Ayuntamiento. El gobierno local pretende analizar con "la sensibilidad necesaria" el caso y hablar primero con los representantes de la Iglesia y afectados. El alcalde, Jesús Sánchez, aboga por "reflexionar conjuntamente con los que defienden que la imagen se mantenga, pero sobre la base del diálogo, no de las imposiciones".

Celebraciones

La moción incluye que el Ayuntamiento no promoverá ritos ni celebraciones religiosas y que no se facilitará suelo público ni exenciones fiscales municipales para la instalación de infraestructuras o realización de actividades a ninguna confesión religiosa. También se elaborará un censo sobre sus propiedades para el pago del IBI y se velará por la laicidad de las enseñanzas impartidas en los itinerarios oficiales. El Consistorio facilitará, según la moción, que se puedan celebrar las ceremonias civiles.

Del escrito se retiró uno de los puntos, el que hacía referencia a que los miembros de la Corporación no participasen "en función de su cargo en manifestaciones religiosas", al manifestar su rechazo el PSOE y Ciudadanos y reflejar la secretaria municipal durante el Pleno que la puesta en marcha de esa medida era de dudosa legalidad.