El embajador de Italia en España, Stefano Sannino, ha rehusado la invitación que le hicieron los sindicatos mineros para hablar sobre el carbón. La petición venía motivada porque la empresa pública italiana Enel es la máxima accionista de la eléctrica española Endesa, que se negaba a comprar el carbón producido en las minas españolas.

En su carta de respuesta, el embajador transalpino agradece a las centrales carboneras que solicitaran "reunirse conmigo para hablar de la política de suministro de carbón de la empresa Endesa". Sin embargo, pese a que "soy consciente de la importancia que este asunto reviste para sus organizaciones, no puedo dejar de observar que el objeto de la solicitud atañe a un dominio, como es el de la política energética española y el de las relaciones comerciales entre sujetos privados de derecho español, que considero que queda fuera de las prerrogativas de mi misión".

En la misiva, Stefano Sannino también confirma su "disponibilidad a mantener con ustedes un diálogo abierto y constructivo sobre cuestiones bilaterales de interés común que recaigan en el ámbito de mi mandato en España".

Las centrales impulsaron la tramitación del encuentro con el embajador italiano el pasado mes de septiembre. Su intención era la siguiente: que el mandatario pudiera mediar para que Enel, eléctrica pública italiana y accionista mayoritaria de Endesa, "reaccione para darle un respiro y un futuro al sector del carbón" español. Tanto UGT como CC OO entendían que la "agonía que sufre la minería del carbón requiere medidas extraordinarias y urgentes", y tras "los incumplimientos del Gobierno del PP", trataron de encontrar apoyos en la política italiana.

Ante la delicada situación que atravesaba -y sigue padeciendo- el sector carbonero español, las centrales decidieron solicitar al máximo responsable del Gobierno de Italia en España, su embajador, una reunión urgente para exponerle la situación de parálisis de compra de carbón nacional "por parte de la empresa pública italiana Enel (antes Endesa)". "El objetivo es lograr que interceda para que la eléctrica compre el carbón necesario en sus centrales térmicas en España (Compostilla y Teruel)", explicaron los sindicatos, que entendían que esta reunión fallida serviría para "aliviar el problema hasta que el Gobierno de turno cumpla lo acordado y ofrezca una solución definitiva".

Los sindicatos impulsan estos días una serie de reuniones con partidos políticos españoles con el objetivo de impulsar protestas para salvar el sector.