-El SOMA recela del acuerdo de fusión alcanzado por las compañías químicas estadounidenses Du Pont, con factorías en Asturias, y Dow Chemical. ¿Por qué cree que esta operación entraña riesgos?
-Hay una duda razonable sobre la fusión por parte de la Unión Europea. Tiene que asegurar que no eleva los precios y de que no aminora la inversión en I+D+i. Y nosotros tenemos una duda razonable sobre que la garantía del empleo y el asentamiento en Asturias de las factorías de la multinacional americana no van a sufrir ninguna merma.
-¿Cuál es la situación del sindicato en la compañía?
-En Du Pont nos está costando arrancar como comité de empresa, porque la compañía no ve que somos un sindicato que apuesta por su futuro, incluso más que ella.
-Otro tema de actualidad en el que su sindicato tiene representación es el conflicto de las gasolineras sin empleados. ¿Cuál es su posición?
-Seguimos insistiendo en que una estación de servicio debe tener al menos una persona con formación y preparación que atienda a los clientes. Al menos una por gasolinera, si después hay dos, tres.... mejor.
-El SOMA, históricamente, siempre fue una organización reacia a una fusión con el sector del metal. Ahora ya es inevitable para constituir la gran federación de Industria de UGT. ¿Cómo está el proceso?
-Hay un proceso orgánico en marcha. Cuando comencemos a hablar vamos a poner encima de la mesa cuál es nuestra visión de la estructura más idónea. Tendremos que analizar si es viable económicamente y comenzar a hablar de qué queremos ser en Asturias como Federación de Industria.
-El SOMA siempre quiso mantener su independencia, podrá hacerlo cuando se culmine la fusión.
-Sí, hay una resolución ya a probada que respeta la identidad jurídica del SOMA y su situación histórica donde siempre se reconocieron sus derechos y propiedades.