Los restos del perro y el buitre -especie protegida en Asturias- que aparecieron colgados en un árbol de Riospaso, en el entorno del parque natural de las Ubiñas, están siendo analizados en Valladolid. La principal hipótesis que maneja la Guardia Civil, aún sin conocer los resultados de la necropsia, es que los animales fueron envenenados. El can, no obstante, pudo ser colgado del árbol cuando aún estaba vivo. El caso ha sobrecogido al concejo, más cuando se suma a la aparición de otros dos lobos colgados durante el último año.
Ángel Manuel García estaba pasando un día en la montaña cuando se encontró con la estampa: el perro y el buitre estaban ahorcados en un árbol y desprendían un olor desagradable. "Pienso que llevaban varios días muertos y que nadie los descolgó", aseguró. Él sí lo hizo, "porque no podía aguantar más viendo esa imagen", y luego llamó al Seprona (Servicio para la Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil.
La patrulla de Lena se encarga de la investigación. Los restos están ahora bajo custodia en el Centro de Recuperación de Animales Salvajes de Valladolid. En ese centro está el único servicio para diagnosticar la muerte de la fauna por envenenamiento. Este sería el motivo de la muerte al que apuntan las investigaciones. Pero nada se dará por seguro hasta que los agentes reciban los resultados de la necropsia. Aún con restos de veneno en la sangre, si las hubiera, el perro pudo haber sido colgado con vida. Así parecen indicarlo las heridas que presentaba el animal en el cuello y en el abdomen. "Parece que ha luchado para soltarse", explicaron fuentes cercanas a la investigación.
La búsqueda del autor o autores de los hechos está en marcha. A través de las redes sociales, la Guardia Civil ha difundido una fotografía de los animales colgados acompañada del mensaje: "Si sabes quién ha ahorcado un buitre y un perro en Lena, llámanos". El teléfono es el 062 y hay un correo (seprona@guardiacivil.org). En las labores participan también los guardas del Principado.
Vecinos
Lo ocurrido ha caído como un jarro de agua fría entre los vecinos del parque natural de las Ubiñas-La Mesa. La representante vecinal, Auri Villar, reclamó "prudencia" a la hora de juzgar los hechos: "No pueden decir que Lena sea un sitio salvaje sólo por casos aislados. Es como decir que Gijón es una ciudad yihadista, sólo por una detención", afirmó ayer. Villar se puso a disposición de los cuerpos de seguridad para ayudar en la búsqueda de los autores: "No somos cómplices de esta barbaridad", destacó. Afirmó que nadie ha reclamado, por ahora, el perro que apareció colgado.
