Lena y Aller están entre los municipios con mayor furtivismo y maltrato animal de Asturias. Lo dijo hace unos meses el Fondo para la Protección de la Fauna Salvaje (FAPAS) y ahora lo reitera la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies, tras el hallazgo de un buitre y un perro colgados en un árbol en el parque de las Ubiñas. Los conservacionistas ligan estas prácticas a la existencia de "falsos ganaderos": trabajadores prejubilados que ahora complementan su sueldo con un pequeño rebaño inscrito a nombre de su mujer. "Esta forma de actuar ha desvirtuado la profesión y ha generado muchos ganaderos ociosos que protestan para defender las reses de la fauna salvaje, mientras que son ellos los que no las cuidan", declaró el presidente de la Coordinadora, Fructuoso Pontigo. "Recibimos varias llamadas al mes desde estos dos municipios para alertarnos de casos de maltrato animal o caza ilegal de animales", señalaron desde la Coordinadora.
El concejo de Aller tiene 590 explotaciones bovinas, de las que un 65 por ciento son responsabilidad de mujeres. Es una de las tasas más altas de Asturias. La presencia femenina se suaviza en Lena, con 442 explotaciones, de las que un 54 por ciento están gestionadas por mujeres. Las tasas de féminas caen en otros municipios tradicionalmente ganaderos. Es el caso de Tineo, municipio en el que un 47 por ciento de las 850 explotaciones están inscritas con nombre de mujer.
