Los ganaderos de la comarca no quieren que los montes se conviertan en un "Gran Hermano". Es por eso que exigen a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales que retiren "con la mayor rapidez posible" las cámaras que tienen instaladas en los concejos de Mieres, Aller y Lena. Muy especialmente las del Monte Llosorio, "una zona privada en la que hay videovigilancia". Los productores, a través de la entidad Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu (Agall), basan su exigencia en una reciente moción aprobada en la Junta General del Principado.

El acuerdo, presentado por el PP a propuesta de Agall y Asturias Ganadera, salió adelante con el voto a favor de PP, Izquierda Unida, PSOE, Foro Asturias y Ciudadanos. Se trata de una batería de medidas para mejorar la gestión del lobo en la región, aunque hay algún punto para solventar polémicas en las Cuencas. Es el caso de la reclamación sobre la videovigilancia: "La instalación de cámaras en montes comunitarios y/o privados tendrá que contar con la autorización de los propietarios de los mismos, así como de los ayuntamientos afectados", señala el escrito aprobado en la Junta General.

La polémica por las videocámaras en el Monte Llosorio empezó hace más de un año. La entidad de ganaderos que gestiona la zona reclamó a la Consejería que retirara unas cámaras que se habían instalado en la zona de pasto. Los responsables regionales replicaron que el sistema de grabación estaba destinado a la búsqueda de lobos para el control de la población, medida que los productores llevaban reclamando durante años.