Cada niño que nazca en la comarca del Nalón tendrá su propio árbol. La iniciativa forma parte del programa "El bosque de los nenos", un proyecto de salud ambiental impulsado por el área sanitaria VIII y pionero en Asturias que busca estimular el contacto con la naturaleza desde la infancia, fomentar la lactancia materna y evitar el consumo de alcohol, tabaco o drogas por parte de los padres durante el embarazo y la crianza del niño. Los responsables del hospital de Riaño ultiman con Hunosa la cesión de una parcela verde en la que se plantarán los árboles.

La experiencia está promovida por el servicio de Pediatría del área VIII, dirigido por Marcelino García-Noriega. "Es un proyecto que se puso en marcha en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, por lo que nosotros seremos el segundo lugar de España en el que se hace. Vamos a invitar a las familias de los niños que nazcan en el hospital de Riaño a plantar un 'árbol hermano' de su hijo o hija un día señalado del año para la repoblación forestal, con el compromiso de visitarlo al menos una vez al año toda la familia. Serán árboles autóctonos y la idea es que los primeros se planten esta primavera", indicó García-Noriega.

El primer paso es repartir diplomas entre los recién nacidos de la comarca que otorgan a los pequeños "superpoderes para proteger la salud y el medio ambiente" y compromete a los padres a favorecer la crianza del bebé "con leche materna, en un ambiente más saludable sin alcohol, tabaco ni otras drogas y a contactar con frecuencia con la madre naturaleza". La firma de los padres y del profesional sanitario que entrega el diploma sirven para validar el documento. También hay una casilla para identificar cada árbol con un número.

"El bosque para la salud es una acción dirigida a remarcar la importancia del autocuidado y el contacto con la naturaleza como herramientas preventivas y terapéuticas de todos los ciudadanos. En el momento actual, los niños cada vez pasan más tiempo en espacios cerrados", indicó García-Noriega, para añadir a continuación: "La falta de contacto con la naturaleza es un factor clave en el incremento de la obesidad, enfermedades respiratorias y cardiovasculares, trastornos de conducta, atención y empeoramiento de las enfermedades crónicas. También disminuye los niveles de vitamina D y supone pérdida de audición y agudeza visual, mayor exposición a carcinógenos e incrementa el estrés".