Los padres de los colegios públicos Liceo y Aniceto Sela acordaron ayer movilizarse para exigir la apertura del comedor, cuyas obras finalizaron en septiembre del año pasado. El problema radica en que como los centros no cuentan con transporte escolar, el Principado no está obligado a mantener el servicio. El Ayuntamiento no se niega, pero la consejería de Educación le exige un informe de estabilidad económica que no tiene. Los padres pretenden que Principado y Ayuntamiento se sienten con ellos en la misma mesa y encuentren una solución a su problema.

Ambos centros escolares suman casi 700 alumnos. Si bien no todos utilizarían el comedor, sí lo haría un alto porcentaje. Ayer acudieron a la reunión convocada por las dos asociaciones de padres de alumnos alrededor de medio centenar de personas, los más interesados en poner en marcha el servicio. En el encuentro, y de forma previa a la decisión de movilizarse, se puso en conocimiento los distintos pasos realizados, tanto por la dirección del centro como por el colectivo de padres para conseguir el servicio de comedor. Lo primero fue realizar las obras del comedor, un cometido que asumió la Consejería de Educación, que también se comprometió a pagar el equipamiento. Finalmente, fue el Ayuntamiento quien se hizo cargo de equipar las instalaciones. Las obras terminaron en agosto del año pasado. La administración local también se comprometió a asumir la gestión del comedor, vista la negativa del Principado. El problema fue que necesitaba una autorización del Principado, que le obligaba a presentar dos informes. Uno de ellos, el de sostenibilidad económica, nunca llegó. El Ayuntamiento no presentó este informe, entre otras cuestiones, porque cuenta con otro documento, el conocido como "Montorazo" del Ministerio de Hacienda y que le obliga a cerrar la empresa pública de transportes (Emutsa), dando cuenta de su mala situación económica.

El Ayuntamiento, entonces, propuso a las asociaciones de padres que se hicieran con la gestión, al menos temporal, del comedor. Pero aquí se encontraron con la negativa de la Consejería quien les da como única solución que el Ayuntamiento solvente sus problemas económicos. Esta respuesta causó el desánimo entre los padres, quienes ayer trataban de encontrar una solución a este problema. Tras hora y media de reunión, se decidió llevar a cabo movilizaciones con el único objetivo de hacer presión e intentar que, tanto el Principado como el Ayuntamiento, se sienten con ellos a negociar. La decisión se trasladará ahora al resto de la comunidad educativa y en los próximos días se conocerá qué medidas y cuándo se llevarán a cabo las movilizaciones esperando contar con todo el apoyo.