"Cuando haces una ingeniería, debes tener claro que acabarás mandando". La presidenta de Hunosa, María Teresa Mallada, explicaba así una de las "virtudes" de esta profesión durante la mesa redonda "¿Te preguntas por qué soy ingeniera?", que organizaba la Escuela Politécnica del campus de Mieres. Junto a ella participaron otras tres ingenieras, Ángela Alonso, Mar Alonso y Mariana Escotet, quienes refrendaron la afirmación de Mallada y dieron cuenta de su exitosa carrera profesional. La mesa redonda fue moderada por la directora de la Politécnica, Asun Cámara.

La presidenta de Hunosa, quien aseguró que prefería ser denominada como "la presidente", eligió la ingeniería de Minas "porque me obligó mi abuelo y además estaba cerca de casa, pero al final acerté de pleno, sobre todo por el reto que ha supuesto para mí la situación actual del carbón y otras energías que lo complementan". Como mujer, Mallada señaló que "nunca me he sentido tratada diferente, ni cuando trabajaba en el pozo". Distinta fue la situación de partida de Mariana Escotet, que es ingeniera forestal y actualmente se encuentra trabajando como técnico de mantenimiento de parques y jardines para FCC. "Siempre tuve claro que quería hacer Forestales, sobre todo porque me gustaba tanto la naturaleza como la ciencia", señaló. Cuando comenzó a trabajar en FCC hace ahora siete años, "la plantilla estaba compuesta únicamente por hombres, pero no tuve ningún problema ya que impera es la profesionalidad, no si eres hombre o mujer". Con el paso de los años, Escotet no es la única mujer en FCC, "de hecho ahora somos mayoría en la parte técnica", resaltó.

Ángela Alonso es ingeniera geomática y trabaja como directora del servicio de cartografía de Seresco. En su caso no había una vocación definida, pero sí ganas de asumir grandes retos. "Me gustaba todo y quería hacer algo que marcase la diferencia, así que miré cuáles eran las ingenierías en las que había menos mujeres", explicó. Entre estos estudios se encontraba la geomática y acabó matriculándose allí. "Al principio no entendía ni las asignaturas, pero me acabó encantando la carrera", subrayó. Alonso, que estudió en Barcelona, se trasladó a Asturias a la búsqueda de un puesto de trabajo que finalmente consiguió en una obra. "Eran todo hombres menos dos mujeres que, como yo, ejercían de topógrafas, pero la experiencia fue fantástica; después llegó Seresco y me tocó mandar, tampoco tuve problemas por ser mujer, ya que no veo diferencias en ese aspecto sino que yo me fijo en otras cosas más importantes".

La ingeniera industrial Mar Alonso es la única de las cuatro profesionales que acabó optando por la docencia. Actualmente es profesora del departamento de Construcción de la Universidad de Oviedo y es la única mujer de su equipo. "Los ingenieros industriales no somos vocacionales, sino residuales, nos gusta lo técnico, pero no sabemos qué y acabamos optando por industriales", resaltó. Alonso explicó los problemas que tuvo ya en el instituto cuando decidió estudiar tecnología. "Llegaron a llamar a mis padres", afirmó. En su opinión, "las mujeres estamos más desfavorecidas en la profesión y tenemos más barreras que los hombres porque físicamente estamos más limitadas, al menos en mi caso".

La ingeniera industrial argumentó esta afirmación al relatar que a veces tiene que lidiar con pesos demasiado grandes para ella en el laboratorio y que sus compañeros no tienen el mismo problema. Aunque no fue contradicha por sus compañeras, Ángela Alonso, que manifestó comprender la situación a la que se enfrentaba la ingeniera industrial, le sugirió buscar alternativas para salvar ese escollo.

Debate

Tras la participación de las cuatro ingenieras se abrió el debate en la sala de convenciones del campus de Mieres, donde acudieron mayoritariamente futuras ingenieras. Algunas de ellas señalaron que en los institutos no se suele vender la ingeniería entre los estudiantes como posible carrera universitaria. "Si ven que tienes buenas notas te proponen el área sanitaria, pero no la ingeniería", destacó una de las jóvenes. Esto puede ser un problema de cara al futuro de estos estudios, como indicó Asun Cámara. La directora de la Politécnica señaló que "el porcentaje de mujeres en nuestras carreras es de aproximadamente un 20 por ciento, pero es que hace unos años era superior, así que algo está ocurriendo".