La declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) del santuario de Bendueños (Lena) abre la puerta a la restauración de los murales del camerín. Así lo espera la asociación lenense "Vindonnus", principal impulsora de la puesta en valor del templo. El presidente de la entidad, David Ordóñez, mostró ayer su "satisfacción" por el inicio de los trámites para proteger el inmueble, aprobado hace sólo unos días en el pleno del Consejo del Patrimonio de Asturias.

"Es un pequeño paso que nos acerca a nuestra reclamación", señaló Ordóñez. "Vindonnus" lleva más de dos años movilizando a la sociedad del concejo para poner a salvo el santuario y, muy especialmente, los restos pictóricos del camerín. Se trata de un mural único en Asturias, ya que es de los pocos del Barroco que se conservan en la región. "Entonces eran más populares los retablos", explicó el presidente de "Vindonnus". La parte de las pinturas que aún se conserva, según el arquitecto, refleja una representación "muy interesante".

Hay distintas escenas con motivos de clara alusión litúrgica. Es el caso de las uvas, la sangre de Cristo. También hay flores, plantas y pájaros exóticos. En la mitad superior, aparece un conjunto de imágenes de santos. Todos los santos que se pintaron son conocidos en la historia de la Iglesia por su amplio conocimiento teológico: San Jerónimo, San Ambrosio, San Francisco y Santo Tomás. Hay más figuras, pero el deterioro del mural las hace irreconocibles. El misterio de la pintura del santuario de Bendueños es una serie de escenas que parecen aludir a tradiciones indígenas.

La apuesta del Principado por proteger el santuario permitirá acceder a las ayudas que se reservan a los bienes de interés cultural de la región. "No quiere decir que vayamos a obtener una partida, pero por lo menos podemos optar a la financiación", destacó Ordóñez. La asociación maneja ya un proyecto de restauración, redactado por Carlos Noval. El plan cuenta con dos partes y está presupuestado en un total de 60.000 euros.

El tiempo, eso sí, corre en contra de las pinturas. Según Ordóñez, "sabemos que la tramitación será larga y que tardaremos aún un tiempo en conseguir financiación para poner a salvo este bien patrimonial". Mala noticia, porque el deterioro es muy rápido.