El campo del lenense retrocedió medio siglo en el tiempo, en la mañana de la Nochevieja. Lo hizo por una buena causa, recoger pañales, ropa y otros enseres para la asociación Red Madre. La solidaridad de Asturias en general y de las Cuencas, en particular, volvió a quedar patente, ya que el colectivo hizo acopio de en torno al medio millar de paquetes de pañales. Al campo sintético del Apptelo Sotón saltaron periodistas, deportistas, futbolistas, exfutbolistas y artistas para recrear un derbi de época, concretamente de finales de los años 50. El Sporting mucho mejor armado en esta convocatoria, se llevó el partido por 2-5.

La recreación estuvo tremendamente lograda. Desde la banda de música, que interpretó los himnos de ambos conjuntos a su salida al campo, además de otras piezas para el deleite del público. Hasta la ropa fue tejida especialmente para la ocasión. Aunque solidario, y aunque de época, un derbi sigue siendo un derbi. Y eso también se notó en el campo. Los entrenadores de Sporting y Oviedo, Joaquín Alonso y Heri Frade, pusieron sobre el césped a sus mejores hombres. Y los rojiblancos fueron mejores. Con Michel Madera aún en activo, Iñaki Eraña por el que no parecían haber pasado los años o Montse Tomé y Pablo Álvarez, que pusieron la calidad y el toque, los sportinguistas tuvieron las cosas más fáciles. Y en la portería contaban con un seguro: Ángel Mateos. Por parte del Oviedo, la presencia de Vili o del goleador Carlos Muñoz, que además cayó lesionado en los primeros compases del choque, fueron suficientes para que otros oviedistas de pro como los cantantes Pablo Moro o Mario Álvarez, pudieran desatascar el juego azul. Mas allá de los goles, algunos de bella factura como una volea de Michel o un tanto de falta por la escuadra de Mario Álvarez, uno de los grandes protagonistas de la mañana fue Manuel. El pequeño, de ocho años, y que padece síndrome de Down, había llegado al Sotón vestido con el mismo traje que llevaba el Sporting y que su madre le había tejido. Entró en el vestuario con los rojiblancos y salió de la mano del capitán Santi Pérez.

El momento apoteósico llegó al comienzo de la segunda parte, cuando Quique Mejuto González señalaba un penalti a favor del Sporting. Los jugadores rojiblancos decidieron que ese chute lo hiciera Manuel, que marcó un tanto junto a algunos de sus ídolos que será muy difícil de olvidar.