Más de quinientas personas se han alojado en el parador de Brañagallones desde su reapertura como refugio de montaña, a mediados del pasado mes de septiembre. A esa cifra se suma el elevado número de turistas que, sin pernoctar en el inmueble, ha pasado por Brañagallones para comer en el refugio o disfrutar de las instalaciones. Sin ir más lejos, la pasada Nochevieja contó con una veintena de visitantes que durmieron en el refugio, procedentes de diferentes partes de Asturias y de otras comunidades autónomas como Cantabria o Andalucía. Además, el refugio ya cuenta con reservas de más de media docena de grupos de montaña para 2017.

La Federación de Montaña, Escalada y Montañismo de Asturias se encarga de la gestión de la instalación desde el mes de septiembre, tras la fracasada aventura de Brañagallones como hotel de montaña. El Principado -propietario del edificio- invirtió 50.000 euros para adaptar el equipamiento como alojamiento de senderista y montañeros, ampliando su capacidad, gracias al uso de literas, hasta las 41 plazas.

Juan Rionda, presidente de la Federación de Montaña, afirma que las expectativas de ocupación se están cumpliendo con creces. "Hay que agradecer la implicación del consejero de Turismo Francisco Blanco, la aportación de la Federación y el trabajo de las personas que están al cuidado del refugio, con José Manuel Prado a la cabeza. Se está dando un trato de calidad y de mucha calidez humana a la gente y pienso que eso de está valorando mucho", aseguró Rionda, para añadir a continuación: "Pienso que el refugio está dando bastante dinamismo al concejo de Caso y al parque de Redes en general. Hay personas que llegan en bicicleta, en rutas a caballo desde Caleao o León o para hacer rutas de montaña por la zona, además de los vecinos que se acercan para conocer la instalación".

Confort

José Manuel Prado es el guarda de Brañagallones. "Hablamos del mejor refugio de montaña en términos de confortabilidad, por el nivel del equipamiento que tiene, pero eso no debe hacer olvidar que sigue siendo un refugio; no es un restaurante o un hotel. Creo que la gente tiene en cuenta ese concepto y nos está dando valoraciones muy altas en las redes sociales, de 4,9 puntos sobre 5. Desde septiembre han venido a quedarse, al menos una noche, más de 500 personas y también ha venido muchas gente que no podemos cuantificar a comer y pasar unas horas".

Prado expone que la llegada de la nieve puede animar a los aficionados al esquí de travesía o con raquetas: "En cualquier caso, ya hay unos ocho grupos de montaña que han reservado para este año, para junio y noviembre y suelen ser grupos de 20 o 30 personas".