"Empecé la campaña un día que había trabajado en el turno de noche y llegué a casa destrozada. Estaba sentada en la cocina, cogí el móvil y lancé la petición a través de internet; nunca imaginé que alcanzaría las 28.000 firmas". Concha Llistó es natural de Valencia y trabaja como enfermera del hospital Valle del Nalón desde 1994. También es la promotora de una exitosa iniciativa ciudadana para demandar la implantación de un coeficiente reductor para las jubilaciones del personal con trabajo a turnos. La propuesta -que ha sido enviada a los Ministerios de Empleo y de Sanidad, entre otras entidades- fue presentada en el Senado por el parlamentario Óscar Guardingo, de En Comú Podem, la corriente de Podemos en Cataluña.
Llistó puso en marcha la campaña en marzo, a través de la plataforma digital charge.org, una web que permite plantear peticiones de tipo cívico o reivindicativo y contabilizar el apoyo de los internautas que quieran avalar la propuesta. "Al principio firmaron familiares y compañeros de trabajo, pero después se fue extendiendo por las redes sociales y el respaldo fue creciendo. Ahora hay 28.303 firmantes", explica la trabajadora del hospital de Riaño.
La petición de Llistó no centra exclusivamente en el personal de enfermería o en los empleados del sector sanitario. "Lo que se pide que se reconozca un coeficiente reductor para adelantar la jubilación a todas las personas que trabajan a turnos, independientemente del campo profesional al que pertenezcan. Lo que pasa es que yo soy enfermera y, a la hora de documentar la carta, me centré en mi ámbito de trabajo, que es el que mejor conozco".
En el escrito colgado en internet, Llistó expone que, debido a al trabajo en turnos, "la salud del personal sanitario sufre", lo que conlleva "repercusiones tanto físicas como mentales. En otros ámbitos se recompensa con un coeficiente reductor en las jubilaciones por año trabajado bajo el sistema de turnos, pero al personal sanitario no".
El senador Óscar Guardingo, de En Comú Podem, ha presentado la propuesta en el Senado a la Comisión de Empleo y Seguridad Social. "Se puso en contacto conmigo y le sorprendió que no hubiera algún colectivo o sindicato detrás. Presentarlo como iniciativa legislativa popular es muy difícil porque harían falta 500.000 firmas", indicó Llistó. Y añadió: "La propuesta tiene ahora un plazo de seis meses para su votación tras realizar los estudios para avalar que esta manera de trabajar tiene importantes repercusiones".
