La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La ausencia de nieve deja en situación crítica los negocios vinculados al esquí

Los hosteleros dicen que una tercera temporada sin precipitaciones desde el principio sería "fatal" y calculan que han perdido el 50% de la campaña

La zona baja de Pajares, el pasado 30 de diciembre, sin nieve. FERNANDO GEIJO

Si un año de nieves es un año de bienes, 2017 no tiene muy buena pinta, al menos hasta la fecha. Los hosteleros de los valles de Aller y Lena, donde se encuentran las estaciones de esquí de Fuentes de Invierno y Valgrande-Pajares, respectivamente, están en una situación "límite". Y es que la ausencia de nieve a estas alturas, y por segunda campaña consecutiva, está dejando a los negocios contra las cuerdas. Hasta la fecha, sus cálculos indican que han perdido la mitad de la temporada, ya que el puente de la Constitución y las Navidades constituyen el periodo más fuerte para estos establecimientos. Ante este panorama, la única opción que queda es tratar de reinventarse y, aun sin nieve, que los complejos invernales se puedan aprovechar para otro tipo de actividades.

El presidente de la asociación hosteleros Asturcentral, Luis Núñez, señaló ayer que "la situación es muy complicada". Lo que el colectivo percibe es que al no haber nieve toda esa clientela se pierde: "Toda la gente que venía de Galicia y Portugal a esquiar nos ha anulado las reservas, y eso son clientes que este año ya no se recuperan". "Lo normal es que a día de hoy estuviéramos completos, en condiciones de nieve estaríamos en el cien por cien, pero todas esas reservas vinculadas a la nieve se han cancelado", subrayó. Y en este sentido, la situación se hace muy complicada para el sector hostelero: "El descenso de ventas y de clientes supone que la gente las va a pasar canutas y que el nivel de empleo que se podría crear en la temporada de esquí va a ser menor".

Además, Luis Núñez señaló que una mala temporada de esquí se arrastra durante todo el año. "En los meses de campaña invernal, los negocios que están más vinculados al esquí sacan el beneficio suficiente como para cubrir otros meses con menos ocupación", explicó. Sin embargo, la falta del blanco elemento y, por lo tanto, de temporada de invierno, "nos hace mucho daño, ya que ahora no hay de dónde guardar para los tiempos menos buenos. Y eso quiere decir que la gente las va a pasar canutas y va a tener que echar muchos números para que las cuentas acaben saliendo".

El responsable de Asturcentral, eso sí, no quiere tampoco caer en lamentos y aboga por "empezar a pensar en qué hacer si no hay nieve". En este sentido, señaló que "hay que tratar de promocionar las estaciones con esas otras variables de senderismo, carreras, bicicleta u otras actividades, e intentar no quedarse parados esperando la llegada de la nieve". Eso sí, otro año como los dos anteriores sería fatal: "Muchos negocios estarían al borde del cierre y otros tendrían que replantearse su futuro".

Fernando Cordero, vocal de la asociación Aller Experiencias y dueño de un hotel en la localidad de La Raya, explica que su situación es también muy complicada. "Estamos casi vacíos; es verdad que en diciembre tuvimos algo de gente que no anuló sus reservas y al final vino a descansar, pero en nuestro caso, estando en plena montaña, de eso nos pilla muy poco", indicó el responsable hostelero.

"Ahora mismo la situación es tan desesperante como dramática", dice Cordero, que afirma que "nosotros tratamos de hacer inversiones con lo que obtenemos cada año, pero con dos temporadas como las que llevamos es difícil seguir creciendo y mejorando los establecimientos".

"Con lo que tenemos que acabar es con la rigidez de los calendarios. Esquiar en diciembre casi siempre ha sido una lotería, y cuando toca, los resultados son buenos, pero lo que tenemos que pensar es que si al final no nieva hasta enero o febrero, la temporada tendría que variar sus fechas", explica el hostelero allerano, que pone como ejemplo el año pasado. "La nieve en el mes de abril, cuando es de calidad primavera porque nevó desde el principio de la temporada, no le gusta a nadie", reconoce Cordero. Sin embargo, puntualiza que "si ocurre como la última temporada, en la que nevó en esas fechas, y la nieve es de buena calidad, se podría alargar la temporada y esquiar en buenas condiciones".

"Ahora mismo llevamos perdida media temporada, y el único deseo que tenemos es poder empezar ya a trabajar", concluye el hostelero.

Compartir el artículo

stats