Ya estamos hasta mal acostumbrados, porque cuando alguien habla de que algo no va a suceder, zas, sucede.

En esta ocasión se habla del copago farmacéutico. Y de como la oposición se echa encima para que no se retoque, porque estos últimos se van a negar a que se produzca en base a la jubilación de cada cual, según el volumen a cobrar anualmente.

Se dice que aquel que poco tiene incluso se le quitará. Y así lo veo yo. Pensiones que no llegan al importe del salario mínimo interprofesional, están sufriendo descuentos en productos de farmacia. Ya se habla de gente que está pasando frío en sus casas y, encima, tienen que sufrir el copago cuando precisan un indispensable medicamento recetado por su médico y pagar un porcentaje en la farmacia.

Si es cierto que también se habla de enormes almacenamientos en las casas de referidos medicamentos, quizá por miedo a que escaseen o desaparezcan esos productos del mercado, que le son necesarios al enfermo ante una larga enfermedad. Después caducan y hay que tirarlos o mejor llevarlos a la farmacia para su destrucción, supongo, porque realmente no se lo que hacen con ellos en la llamada oficina de farmacia.

La cosa es que estamos siempre amenazados con medidas que se afirma no se van a tomar y más tarde se llevan a cabo. Quizá seamos esclavos del engaño. Protestemos por ello.