El empresario minero leonés Victorino Alonso ha sido durante los últimos años un asiduo en los juzgados. La última condena que ha recibido incluyó una pena de cárcel. El magnate del carbón fue condenado por un juez de Huesca a dos años y medio de prisión como responsable de los graves daños causados en la cueva de Chaves, considerada uno de los principales yacimientos arqueológicos neolíticos de la Península Ibérica. Alonso fue también condenado también al pago de una indemnización de 25,49 millones de euros al Gobierno aragonés. El magnate recurrió la sentencia.

El escándalo por el expolio de Chaves (Huesca) estalló en 2009, cuando expertos arqueólogos descubrieron que en el interior de la cueva se habían desarrollado trabajos que destruyeron el yacimiento neolítico, que estaba sin excavar al 90% y en el que años atrás se había encontrado un enterramiento y otros valiosos restos arqueológicos. La cueva está emplazada dentro de un gran finca denominada Bastarás y que es un coto privado de caza propiedad de la mercantil Fimbas S. A., de la que era administrador Victorino Alonso. El juez consideró acreditado que el empresario ordenó realizar obras en el interior de la cueva que consistieron en el vaciado de sus losas y sedimentos, con el propósito de nivelar el suelo para colocar comederos y abrevaderos para la cría de cabras. La sentencia señala que la sociedad Fimbas era conocedora de la existencia del yacimiento y de su protección.

Victorino Alonso ya tuvo en 2007 una condena por fraude fiscal y sus empresas han perdido varios pleitos millonarios, entre ellos el ganado por Hunosa en relación a la desaparición de más de medio millón de toneladas de carbón.