El mejor rescate es el que no se tiene que hacer. Así de tajantes se muestran los agentes de la Guardia Civil, así como los responsables de la estación de Pajares. Y en caso de salir a la montaña, el teniente Pablo Villabrille tiene claro el primer consejo: no hacerlo solo. De hecho, lo ideal, explica, es ir al menos en un grupo de tres personas.

"Nosotros siempre desaconsejamos realizar las actividades una persona sola. El mínimo de personas recomendable es de tres, ya que en caso de que alguien se accidente, un compañero se puede quedar con la víctima y el otro ir a dar el aviso", explica el oficial de la Guardia Civil. "Nos estamos encontrando que mucha gente sale ahora sola y no disponemos más que del aviso de un familiar sobre la actividad que iba a realizar. Eso nos complica mucho el socorro y sobre todo la localización inmediata", añade. Aunque es mejor que nada, si sale solo a la montaña, es necesario dejar aviso de la ruta a cubrir.

Además, Villabrille indica que se debe concienciar a la comunidad montañera de que, "en invierno, una montaña que subimos en verano y era una actividad sencilla, se vuelve mucho más complicada por el frío, las horas de luz, el hielo y la nieve". Antes de realizar una actividad, lo ideal, señala el teniente, es que se consulte antes el parte meteorológico y se deje un margen de horas de luz suficiente para realizar la actividad. "No debemos tampoco sobreestimar nuestras posibilidades porque la montaña en invierno es muy cambiante y muchas veces la actividad que durante el ascenso era llevadera se nos puede complicar durante la bajada, en un descenso", explica. Además, llevar medios de localización como el ARVA es una gran ayuda y puede ser de vital importancia.

En la Cordillera Cantábrica, aunque los aludes o avalanchas si suelen ser habituales por la orografía y la meteorología, no suelen provocar víctimas. "La gente hace bastante caso a las predicciones y tienen cierta cautela a la hora de moverse, por lo que no nos encontramos con esquiadores o montañeros sepultados de forma habitual", señala el teniente de la Guardia Civil. La última actuación real tuvieron que realizarla hace unos cuatro años en San Isidro. "Se quedaron dos personas sepultadas y coincidió justo que estábamos allí haciendo estas mismas prácticas", rememoraba Pablo Villabrille. Aún así, a pesar de que no haya muchas personas atrapadas, el responsable de la Guardia Civil sigue pidiendo precaución a la comunidad montañera. Aunque si por desgracia hay un accidente, los agentes del GREIM estarán preparados para actuar.