El Ayuntamiento de Mieres está trabajando en la erradicación de la planta invasora conocida como plumeros de la Pampa (Cortaderia selloana), que "adorna" las zonas verdes de Vega de Arriba. El gobierno local tiene en marcha un plan para acometer una actuación fitosanitaria que permitirá eliminar las plantas de raíz. Así lo anunciaron ayer los responsables municipales, como réplica a la denuncia de los vecinos de la zona. Además, el Consistorio ha invertido ya más de mil euros para terminar con la oruga procesionaria.

Los vecinos de Vega de Arriba habían acusado al Ayuntamiento de "mimar" a los plumeros de la Pampa. Habían afirmado que los operarios municipales trataban la especie como una planta ornamental, extremo que niegan desde el gobierno local: "En ningún caso se está tratando a los plumeros como plantas ornamentales ya que, de hecho, se está trabajando en su eliminación. Y se está haciendo, además, teniendo en cuenta los protocolos recomendados en estos casos para su erradicación". Unos protocolos que determinan, añadieron, que "en primer lugar, hay que proceder a quitar los tallos de las plantas para poder echar un tratamiento fitosanitario que acabe con la planta". "Queda claro, por tanto, que el Ayuntamiento no está en ningún caso podando los plumeros sino actuando según el protocolo para su eliminación", añadieron.

Otra de las quejas vecinales se refería a la presencia de la oruga procesionaria en árboles del municipio. Según fuentes del gobierno local, "en cuanto llega al Ayuntamiento el aviso de árboles afectados se actúa, bien con medios propios o contratados. Y, en este sentido, ya se han invertido casi mil euros en este tipo de actuaciones". "En el caso de los pinos de Vega de Arriba la portavoz del PSOE, vecina del barrio, fue quien dio el aviso, y de inmediato se llamó a la empresa que se encarga de quitarlas, al igual que se hace en los casos de árboles ubicados en terreno municipal", señalaron. En el caso de propietarios privados, no obstante, son estos los que tienen que encargarse de terminar con la oruga procesionaria. Desde IU comprenden que "el movimiento vecinal tiene que ser reivindicativo y crítico, pero no la crítica fácil y sin rigor exigiendo algo que se está haciendo".