La Sociedad de Cazadores de Mieres suele recibir varias reclamaciones al año por accidentes de tráfico causados por la presencia de animales salvajes. El número exacto es imposible de cuantificar, ya que si el animal huye y no hay testigos no hay posibilidad de tramitar la pertinente denuncia. En el supuesto de que el jabalí pueda ser localizado, la Guardia Civil tramita la reclamación que, por regla general, va contra el coto de Mieres. "También se puede denunciar a Carreteras, pero casi siempre se nos carga a nosotros únicamente", apunta el presidente de la entidad cinegética, Antonio Martínez. La denuncia por el estado de conservación de las carreteras y la presencia de animales salvajes no sólo proviene de los cazadores, también los ayuntamientos han alzado la voz para exigir una mayor preocupación por estas carreteras. Los responsables municipales coinciden en la necesidad de mejorar el cuidado forestal, pero ponen ya una premisa sobre la mesa: son el Ministerio de Fomento y la Consejería de Medio Rural y Recursos Naturales los que tienen que ofrecer los fondos necesarios para su conservación. También destacan el incremento de estos sucesos, como el que ocurrió a principios de año cuando un corzo provocó un siniestro en la antigua carretera de Oviedo a Mieres (N-630), a su paso por Morcín, aunque sin daños personales.
