"Hasta que no maten a uno, no habrá solución". Es el clamor de los ciclistas de la comarca del Caudal después del último accidente en la vieja carretera nacional que une Oviedo y Mieres (N-630) a su paso por Morcín. Mino García, concejal de IU en este concejo, fue arrollado el domingo cuando iba en bici por un coche que salía del cruce con Riosa. La mejora de visibilidad en esa zona, junto a la iluminación de los túneles, son las principales reivindicaciones de los cicloturistas para salvar "el punto más negro de Asturias para las bicicletas". Peligros que se multiplican por el alto tráfico de turistas sobre dos ruedas que viajan por la vía, principal acceso para llegar hasta el puerto riosano del Angliru.

"Esto pasa a menudo, los accidentes en esta zona son muy frecuentes", denunció ayer Roberto Menéndez, presidente del Club Ciclista "Puerta de Asturias". El colectivo es el principal impulsor de las reclamaciones para la mejora en la vía. Han logrado involucrar en la protesta a los ayuntamientos de la comarca y llegaron a conseguir un compromiso del Ministerio de Fomento para acometer las obras. El Gobierno dice ahora que no tiene fondos.

Roberto Menéndez lanza a las administraciones una pregunta: "¿Cuánto cuesta una vida? Porque no queremos pagar con la nuestra". La opinión del ciclista es que el estado de la carretera sí influyó en el accidente: "Ese cruce es complicado porque tiene un desnivel pronunciado y, además, es difícil ver si sale alguien del túnel porque está a oscuras", explicó Menéndez. La única luz que tienen los pasos son los triángulos reflectantes de las barreras quitamiedos. En días soleados, cuando el cambio del exterior al interior de los túneles es más pronunciado, "es casi imposible" ver a los cicloturistas. Además, la carretera en el interior de los túneles no tiene arcén.

Frecuentes incidentes

"Se cambió hace unos años, supuestamente para mejorar la seguridad, pero creemos que no fue una buena idea", señaló el portavoz de "Puerta de Asturias". Desde su punto de vista, "los ciclistas están muy desprotegidos en esta carretera, es un peligro para deportistas y para conductores". Los accidentes leves son muy frecuentes, según Menéndez, y también han ocurrido sucesos graves: "Dos miembros de la asociación fueron arrollados, uno por un camión y otro por un vehículo, y resultaron heridos de gravedad", afirmó.

"E irán a más si nadie nos da una solución", alerta el portavoz de los ciclistas. Y es que, aseguró, en las últimas semanas se han multiplicado el número de cicloturistas que circulan por la vía. Todo por el anuncio del final de una etapa de la Vuelta a España en el alto de L'Angliru. En días soleados, como el pasado domingo, es fácil encontrar decenas de deportistas Especialmente en el tramo de Mieres a Morcín, el más conflictivo por la presencia de los túneles.

Mientras no llega la solución del Ministerio de Fomento, los portavoces de los ciclistas reclaman extremar las precauciones en la antigua carretera entre Mieres y Oviedo. El límite de velocidad en la zona es de setenta kilómetros por hora para los coches y, señala Roberto Menéndez, "tiene que respetarse a rajatabla". También hay recomendaciones para los ciclistas: circular bien equipados, con ropa reflectante para ser vistos en la carretera, y llevar luz en la bicicleta. Siempre que sea posible, elegir días con buena visibilidad para los paseos en bicicleta.