Castigados sin pelota en la plaza de la Iglesia de Moreda. El Ayuntamiento publicó ayer un bando municipal en el que anuncia, tras un acuerdo unánime del Pleno a propuesta del PP, que queda "restringido" jugar al balón en la explanada. Decisión que no ha sentado nada bien a los pequeños ni a algunos padres. Los responsables municipales la consideran "necesaria". Ya han recibido varias quejas de personas mayores que se llevaron un buen balonazo y la iglesia de la localidad ha sufrido daños. Además, hosteleros del entorno han tenido que cambiar las cristaleras en más de una ocasión: "No es un problema de críos de seis años con pelotas, es un problema de chavales hechos y derechos que chutan con balones de reglamento", afirmó el alcalde, David Moreno.

"Pero es que lo que no ven es que llevamos jugando aquí al balón toda la vida", señaló Ariana Fernández, futbolera de 10 años. Ella fue una de las niñas que, ayer, se quedó "alucinada" cuando supo que se había publicado un bando. "¿Qué es un bando?", preguntó a renglón seguido su amigo Pablo del Cuadro. "Es un escrito del Ayuntamiento para que no se hagan cosas o para informar de cosas", le explicaron las chicas. El bando municipal dice, textualmente, que "se ha tomado este acuerdo con el fin de garantizar la seguridad de los viandantes, especialmente de las personas de edad avanzada, así como de los hosteleros de la zona y de las personas que consumen en las terrazas".

Del Cuadro, forofo a muerte del Real Madrid y del Sporting, cree que está decisión le aleja de su sueño: ser un "galáctico". Recoge la pelota y la mira nostálgico: "¿Dónde jugamos ahora?". El Alcalde considera que un lugar apropiado para la pelota es el Parque de la Brújula. Un espacio más reducido y apartado, en el entorno del centro social de personas mayores. "Ya, pero es que ahí están los niños pequeños, los bebés en los columpios...", razona Itziar Castro. La idea tampoco gusta a Ramón García, padre del pequeño Mateo: "Ese no es sitio para jugar".

La Corporación considera que tampoco lo es la plaza de la Iglesia. Han recibido muchas quejas los últimos años: mujeres mayores al suelo tras un balonazo, bebés sobresaltados porque los balones golpean el carrito y varias vidrieras rotas en la iglesia. Alba Campomanes, otra joven con ansia de balón, ayer se calzó los patines: "Si es que ahora tendré que cargarlos todos los días. Ya sólo podemos jugar a esto y al 'bote bote'".

Paula Afonso, amiga de Ariana Fernández, impone paz entre los presentes: "Lo que tenemos que hacer es jugar apartados de la iglesia y sin molestar a nadie, y mucho menos tirar contra la puerta de la iglesia". Convencidos por el consejo de la chica, Ariana Fernández y Pablo del Cuadro deciden lanzarse unos tiros muy despacio. Cuando ven acercarse a un hombre mayor, apoyado en un bastón, paran el juego. "Si todos hicieran como nosotros, no habría ningún problema", sentencian.

Redes sociales

Pero no todos lo hacen. Al menos, así lo mantienen los grupos municipales del Ayuntamiento de Aller. "La decisión fue unánime y no es fácil llegar a un acuerdo de estas características sin ningún pero de nadie", mantuvo ayer el regidor. Los "peros" llegan ahora, sobre todo en las redes sociales. Fueron muchos los padres que mostraron su desacuerdo con la decisión: "Sólo falta que no los dejen respirar", "habrá que ir a jugar al monte" o "algunos tienen la piel muy fina", fueron algunos de los comentarios que publicaron los alleranos.

David Moreno se mantuvo firme. "Sé que la decisión no está bien vista por una parte de los vecinos, pero hay otros que lo agradecerán", afirmó. Quieren cortar por lo sano antes de tener que lamentar una desgracia: "¿Qué pasa si un día dan un balonazo a una mujer o a un señor mayor y le hieren de gravedad? Yo he visto a personas que caían al suelo por culpa de una pelota, y entonces se monta un número". "La plaza es un eje comercial, no es un parque como tal", añadió. La Policía Local tiene, desde ayer, el encargo de vigilar la zona y avisar a los chavales. De momento, no está previsto multar.