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Las repercusiones del proteccionismo estadounidense

Asla se librará de los aranceles de Trump al carecer de competencia en EE UU

La compañía de Lena espera aumentar la venta de cubiertas y fachadas de cinc a Estados Unidos tras anunciar una gran inversión en obra pública

Macario Fernández, ante la casa del árbol de Atlanta, construida con cinc de Asla. LNE

La entrada de Donald Trump en la Casa Blanca ha sido como la de un elefante en un cacharrería. El magnate está dispuesto a desterrar o al menos entorpecer cualquier tipo de producto que venga de fuera de sus fronteras y pueda hacer sombra a la producción interior. Sin embargo, en el amplio mercado norteamericano hay huecos por cubrir. Y los aranceles que Trump plantea para los productos importados no afectarán a todos los exportadores. Es el caso de Asturiana de Laminados, la empresa ubicada en el polígono de Villallana, dedicada a la producción de bovinas de cinc. La compañía, que firmó hace poco más de un año un importante contrato con un suministrador estadounidense para los próximos 10 años, no sólo no se verá afectada por el "peaje Trump", sino que incluso podría aumentar su presencia en el país.

El presidente ejecutivo de Asla, Macario Fernández, reconoció que, tras conocer los planes del presidente de EE UU, le saltaron "todas las alarmas". Automáticamente descolgó el teléfono y se puso en contacto con su distribuidor, que le tranquilizó de inmediato. "Me dijo que no sólo no nos va a afectar, sino que se prevé que haya mucha obra pública en los próximos años y que podríamos tener una importante presencia en el mercado", señaló Fernández, que precisamente el pasado año estuvo visitando diversas construcciones en Estados Unidos en las que se utilizó cinc producido por Asturiana de Laminados.

La compañía lenense se libraría de los aranceles de Trump al no tener un competidor en ese país. "El sector del cinc en Estados Unidos tiene producción para otras aplicaciones, pero no se dedica a la elaboración de bovinas y productos que luego se puedan llevar a fachadas y cubiertas como hacemos nosotros", explicó Macario Fernández. Es ahí, en la falta de competencia, donde se explica que Asla pueda librarse de pagar el peaje.

Por el momento, la presencia de Asturiana de Laminados en Estados Unidos ha tenido muy buena acogida con importantes proyectos y una venta de productos "muy interesante", a juicio de Macario Fernández. El presidente ejecutivo de Asla señaló que no sólo en EE UU se está logrando colocar la producción que sale de la factoría de Lena. "Nuestro distribuidor también trabaja en Canadá y México, y estamos creciendo también en ambos países", explica Fernández.

Por el momento, Asturiana de Laminados y sus productos están a salvo de las políticas de la administración Trump, aunque con los antecedentes que hasta la fecha ha demostrado el Presidente estadounidense, tampoco se puede dar nada por hecho.

Mientras tanto, a este lado del Atlántico, la compañía sigue esperando a que se desbloquee el plan parcial del polígono de Villallana para poder ejecutar su tan esperada ampliación, que permitirá instalar una nueva línea de acabados y crear casi un centenar de empleos.

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