El gobierno local de Mieres defendió ayer su proceder a la hora de talar árboles en la calle San Juan Bautista, una medida que afirman se adoptó atendiendo a criterios "técnicos y de seguridad". El concejal de Obras, Jesús Armando Vila, salió así al paso de las críticas vertidas desde el PP local. El edil precisó que "en ningún caso se ha abordado esta actuación de forma caprichosa, sino basándose en informes que avalaban la necesidad de actuar ante los árboles cercanos a viviendas y las alertas por viento decretadas por el 112".

Vila señaló que ante la llamada de vecinos de la zona, varios técnicos comprobaron sobre el terreno la situación, contrastando la existencia de un abedul y un arce en malas condiciones. Por ello, relató el edil, "el informe aconsejaba su retirada, ya que la resistencia de los troncos era mínima, y había una probabilidad muy elevada de caída en caso de producirse fuertes vientos". Ante seste peligro se optó por cortar los dos ejemplares, proponiéndose también la plantación de dos nuevos árboles para sustituirlos.

En cuanto al resto, en este caso dos ejemplares de cedro de unos 20 metros plantados cerca de varios edificios de las calles San Juan Bautista de la Salle y Siero, la actuación que se desarrolló fue realizar una poda y descañado "para atenuar el efecto vela que, en caso de repetirse los vientos ocurridos los días anteriores, haría que se volvieran a balancear con el consiguiente peligro". "En ningún caso se planteó por el servicio de parques y jardines ni por el Gobierno local la tala de dichos cedros, que han sido recortados hasta quedar en unos 15 metros de altura aproximadamente", matizó el concejal de Obras.